Banco Santander está decidido a ser un modelo de banca responsable en el mundo. El banco ha puesto en marcha My Contribution, el programa dentro del cual encontramos valoración 360, un método integral en el que la persona es evaluada en diferentes áreas profesionales por sus supervisores, jefes, subordinados, pares o clientes externos, entre otros actores -definidos por la Escuela de Organización Industrial- que tengan incidencia en la labor del trabajador.
La evaluación de 360 grados, o evaluación integral, es una herramienta que gana enteros en las organizaciones modernas. El objetivo es medir el desempeño y las competencias de los empleados y diseñar programas de desarrollo para, en conjunto, lograr una mejor gestión del talento de estos trabajadores.
Esta metodología ofrece a los empleados una perspectiva lo más ajustada posible en torno a su trabajo, ya que obtiene información desde todos los ángulos y les dota de material suficiente para tomar las medidas de mejora oportunas. También invita a los trabajadores a hacerse con las herramientas apropiadas que favorezcan la idoneidad en la toma de decisiones.
Externalizar esta valoración 360 es la opción más adoptada por las empresas con el fin de asegurar la confidencialidad de la información obtenida en estos procesos. Los planes estratégicos de las organizaciones necesitan contar con la retroalimentación del talento humano para alinear las habilidades de los empleados, enfocar las virtudes y trabajar las áreas que hay que potenciar para que estén de acuerdo con los propósitos planteados.
Para los trabajadores, la evaluación integral se ha convertido en una herramienta importante en su desarrollo profesional; una manera de estimular la motivación al disponer ahora de los elementos necesarios para poder crecer dentro de la organización y como profesionales.
Estamos inmersos en una revolución tecnológica sin precedentes, pero no hemos dejado de vivir en sociedad. En contra de algunos pronósticos apocalípticos, las habilidades sociales, la creatividad o la empatía (en definitiva todo aquello que nos diferencia de las máquinas) representan parte de los ingredientes principales para lograr el éxito en el plano profesional y personal.
La valoración 360 hace hincapié en las destrezas que ayudan a lograr una impresión positiva en otras personas y ensalza las ventajas de aprender a comunicarse de una manera sencilla y clara. Esta tendencia no tendría el calado actual sin la irrupción de un nuevo modelo de liderazgo, que pone el acento en los efectos positivos que implica conseguir la cooperación entusiasta de los demás -en lugar de solo obediencia- o en cómo llegar a ser una persona diplomática bajo presión.
La metodología tampoco habría prosperado de no haberse extendido de modo definitivo la necesidad de cooperar para lograr los resultados deseados. En solitario no se llega muy lejos, y la evaluación 360 reduce de paso cualquier sesgo y prejuicio en los resultados que no beben de una única fuente al estar compuestos de un crisol de opiniones.
Con iniciativas como My Contribution, Banco Santander trabaja en un nuevo modelo corporativo de gestión del desempeño que refuerza la cultura como palanca de la transformación. Para seguir creando esa cultura, está implantando una nueva forma de evaluar el desempeño de los empleados, que se refleja también en su retribución variable.
Además, se ha avanzado por nuevas vías en la planificación de la sucesión de los líderes de la entidad en las posiciones clave en el Grupo y se han creado los Comités de Valoración de Talento que, con la participación de la alta dirección, han analizado a más de 2.500 directivos.
Líneas maestras renovadas a las que dota de sentido la puesta en marcha en 2017 del grupo de trabajo ejecutivo global de Diversidad e Inclusión y de una red global de expertos en diversidad para reforzar uno de los mandamientos del banco, apoyar todo tipo de diversidad: género, raza, edad, discapacidad, así como de experiencias profesionales y de vida, religión, valores y creencias, orientación sexual o personalidad.
ENCUESTA GLOBAL DE COMPROMISO
Unido a esto, Banco Santander ha lanzado por quinta vez la Encuesta Global de Compromiso con el fin de conocer el nivel de vínculo de la plantilla con el banco, así como identificar áreas de mejora y oportunidades para hacer de Santander un mejor lugar para trabajar. El banco deja patente así que la transformación comienza en sus empleados.
El objetivo es mostrarse como uno de los mejores bancos para trabajar, capaz de atraer y retener talento global de primera línea. El grupo cuenta entre sus filas con 202.251 trabajadores (el 45% tiene titulación universitaria), de los cuales el 55% son mujeres. La edad media de la plantilla es de 38 años y la antigüedad media es de 10 años.
En 2017, la participación en la Encuesta Global de Compromiso fue del 84% de la plantilla. El 77% del personal está comprometido por encima de la media de sus comparables. El 92% de los empleados sabe lo que hay que hacer para construir un banco sencillo, personal y justo, eslogan de los comportamientos corporativos del grupo.
OTROS AVANCES
Banco Santander progresa en la implantación de la plataforma Workday (Programa One Team), para contar con un pool de talento a nivel global, según se indica en el último informe financiero. En este periodo se ha concluido la armonización de los procesos de los países involucrados en la primera fase. Una vez concluida la fase piloto del Strategic Workforce Planning en Reino Unido, México y en el Centro Corporativo, se han puesto en marcha planes de acción en el resto de países del grupo. El proyecto pretende identificar el talento que necesita la organización, cuantificando las competencias requeridas para el futuro. Otra iniciativa que ha surgido al calor de esta estrategia es el proyecto Young Leaders, un programa formativo dirigido a los talentos con potencial de liderazgo para acelerar la transformación de Banco Santander.