Se denominan 'Bankomunales' y ya funciona en varios países de América Latina y el Caribe, como Argentina, Bolivia, Colombia, Venezuela, la República Dominicana o Haití. Se trata de un programa de microfinanciamiento que se centra en la utilización exclusiva de fondos aportados por sus miembros para atender las necesidades crediticias de personas con escasos recursos.
El creador de este concepto es Salomon Raydan, emprendedor social venezolano de la red Ashoka, experto en finanzas populares y presidente de la Fundación de Financiamiento Rural (Fundefir). Su iniciativa, que ha recibido un gran número de premios y reconocimientos internacionales en los últimos 15 años, ha cristalizado en por lo menos nueve estados venezolanos, siendo adaptada y aplicada con éxito en más de veinte países de cuatro continentes.
“En los Bankomunales, el mecanismo de captación de fondos para crédito se logra mediante un concepto denominado microinversión: los socios invierten comprando las acciones que quieran y en el momento en que lo deseen”, señala Ana Mercedes Botero, directora de Innovación Social en CAF - Banco de Desarrollo de América Latina. “Sólo los asociados pueden comprar acciones y recibir crédito, de modo que son al mismo tiempo clientes e inversionistas”.
El resultado, afirma Botero, es la “inclusión financiera de un grupo de la población que de otra manera no tendría acceso a servicios financieros, seguridad, creación de tejido social, confianza y educación financiera”. “Su eficiencia ha sido ampliamente reconocida y documentada, pero, al igual que otras metodologías sociales desarrolladas por emprendedores sociales en todo el mundo, los Bankomunales no han podido escalar su acción para llegarle a una gran mayoría.
En este sentido, CAF, en alianza con la Fundación de Financiamiento Rural (Fundefir), ha decidido impulsar el modelo de Bankomunales en diferentes países de América Latina con la finalidad de que los más vulnerables accedan a servicios financieros y, con ello, incidir en el alivio de la pobreza.