Barcelona y Bristol (Reino Unido) son las dos ciudades seleccionadas por el proyecto FLAME de la Unión Europea para poner en marcha los primeros bancos de pruebas con tecnología 5G. De esta forma, la idea es que esta conectividad permita a las industrias y empresas de nueva creación de ciudades inteligentes probar aplicaciones 5G a escala municipal.
El objetivo de esta iniciativa es “mejorar la experiencia del consumidor, restar complejidad al desarrollo de servicios de comunicación y reducir los costes que implica transmitir contenidos previa solicitud”, ha informado la UE. Para ello, se ha valido de tecnologías emergentes con las que coordinar los recursos municipales y la necesidad de las personas de acceder a contenidos audiovisuales por toda la ciudad.
En opinión del coordinador del proyecto, Michael Boniface, estos bancos de pruebas a escala urbana ofrecen “oportunidades sin par para estudiar la aceptación, la viabilidad y el rendimiento de las redes 5G. Al estudiar en concreto los servicios audiovisuales, los consumidores pueden explorar los beneficios de las redes 5G para el ocio, la formación o, simplemente, para explorar el mundo”.
De momento se pondrán estas pruebas se pondrán en marcha en Barcelona y Bristo, pero la idea es ampliar esta iniciativa a más ciudades europeas con otras dos convocatorias que se abrirán entre este año y el próximo 2020, con una inversión total de más de 2 millones de euros. La idea es experimentar con contenidos audiovisuales personalizados, localizados e interactivos a través de tecnologías existentes y emergentes.
En opinión del coordinador de la iniciativa, “la combinación potente que supone el desarrollo, la puesta en marcha y la explotación mediante estándares y pruebas con consumidores permite reforzar la competencia europea en ámbitos fundamentales de la tecnología 5G, como son las redes definidas por software, la virtualización de la función de red y el enrutamiento flexible de servicios en redes de transporte de capa 2 programables”.
