A comienzos de este siglo, Barcelona ponía en marcha dos iniciativas pioneras en España para impulsar la innovación. Distrito 22@ –también conocido como 22@Barcelona o simplemente 22@– sentaba las bases para convertir a Poblenou en el barrio del conocimiento y la tecnología, en sustitución de las antiguas fábricas. El resultado: 1.500 empresas relacionadas con las TIC (tecnologías de la información), la energía, el diseño y la investigación científica. En paralelo nacía Barcelona Activa, agencia de desarrollo local con la misión de convertir a la ciudad en referencia internacional del emprendimiento.
La nueva década, sin embargo, no ha comenzado exenta de dificultades. A la pandemia del COVID-19 se une la inestabilidad política en el conjunto de Cataluña. Aún no hay gobierno y no está claro si mañana ERC logrará la investidura. Además, desde 2010 los sucesivos gobiernos que han pasado por la Generalitat han sido incapaces de terminar la legislatura y siempre se han convocado elecciones anticipadas. No obstante, 2020 empezaba bien para la capital: Barcelona duplicaba la inversión de Madrid en startups, captando más de 2.700 millones en los últimos cuatro años, como informaba La Vanguardia.
El Ayuntamiento ha tomado medidas en el actual contexto de pandemia. 10 millones de euros en startups de Barcelona y su área metropolitana a través del nuevo fondo Barcelona Accelera. «El objetivo es relanzar la economía local», explicó el primer teniente de alcalde Jaume Collboni. Pero el ecosistema innovador ha hecho un llamamiento que ha retumbado en el último Barcelona Startup Congress: hace falta estabilidad. No solo política, también financiera y de enfoque. «¿Qué ligas queremos jugar? Tenemos que lanzar un mensaje al mundo de los sectores por los que apostamos», ha reivindicado Anna Gener, CEO de Savills Aguirre Newman, empresa especializada en el sector inmobiliario local y global.
Los fondos Next Generation EU –fondos de reconstrucción para los países de la Unión Europea– son la gran esperanza para consolidar Barcelona como una ciudad innovadora. Aunque «no deben servir para ver cómo resolvemos el hoy sino cómo construimos el mañana», ha afirmado Pilar Conesa, directora de Anteverti, empresa de consultoría independiente que ayuda a ciudades, gobiernos y empresas a innovar para ser más eficientes y sostenibles. En este sentido, Conesa ha manifestado su confianza en la futura ley de startups, aún pendiente de tramitar, ya que «los emprendedores van a tener una participación fundamental en la reconstrucción del país».
Laura Urquizu tiene claro que Barcelona es sinónimo de innovación, aunque hecha en falta atracción de talento. «Se habla mucho de la eterna colaboración público-privada, pero no se han visto grandes cambios en los últimos años», se ha quejado la CEO de Red Points, empresa dedicada a identificar falsificaciones en sitios web. Anna Gener ha sido más tajante en tanto en cuanto «en los últimos años Barcelona ha dejado escapar oportunidades», aunque remarca que «han seguido pasando cosas muy interesantes».
Por ejemplo, la ciudad es el quinto hub industria digital europeo, la tercera ciudad europea mas favorable al emprendimiento, según numerosas encuestas, y «tiene una gran capacidad para atraer talento internacional», apunta Gener. En este último aspecto, el censo más reciente del ayuntamiento de Barcelona refleja que el 26% de los barceloneses lo son por elección, es decir, han nacido fuera de la ciudad pero se han mudado allí. por decisión propia. Más de la mitad tienen estudios de licenciatura y máster y un 14% estudios un doctorado.
Resumiendo las cifras: hay talento. Pero las tres intervinientes han insistido en la necesidad de fortalecer el nexo entre el mundo académico y el empresarial. «Uno de los principales problemas, no solo de Barcelona sino de España en general, es que se forman jóvenes que no encuentran trabajo de lo que han estudiado. Sin embargo las empresas necesitamos talento y los tenemos que acabar formando nosotros. Hay que acabar con esta brecha», ha recalcado Gener, cuya reflexión han secundado sus compañeras de debate.