"Tenemos mucha fe en el cambio que viene en la movilidad". Jon Asin y su equipo de BePlanet Factory se muestran convencidos de que el futuro de la movilidad no solo pasa por la electrificación, sino por innovar en torno a las baterías de los coches eléctricos. Su empresa nació en 2018, justo un año después de que se conociese que el 67% de todo el cobalto del mundo –un ingrediente clave en las baterías para vehículos eléctricos– se extrajo del Congo; y no en condiciones precisamente buenas, dicho sea de paso.
Las baterías de segunda vida que propone BePlanet Factory no generan las emisiones de carbono que requerirían unas baterías nuevas para su misma aplicación. Además, por su reutilización, no consume nuevas materias primas, incluyendo algunos complejos y limitados como el propio cobalto, el litio, níquel, cobre o aluminio. "No podemos continuar con un modelo económico lineal. El futuro de la movilidad sostenible pasa en gran medida por la economía circular", asegura Asin.
En este sentido, BePlanet Factory cubre toda la cadena de valor de la segunda vida de baterías, desde su recogida, testeo, reconfiguración, reutilización y, al término de esta segunda vida, reciclado. "En la fabricación de un coche eléctrico se generan muchas más emisiones que en un vehículo normal", afirma el CEO de la empresa. Una paradoja que se debe en gran parte a la fabricación de las baterías, donde BePlanet Factory ya alerta de que en Europa será un sector que crecerá de manera exponencial.
"El aumento de la demanda de baterías aumentará mucho el estrés de las materias primas", apunta Asin. De hecho, según Bloomberg New Energy Finance, pasaremos de 1,7 millones de vehículos eléctricos vendidos en 2020 a 26 millones en 2030. "Esta década está llena de retos y si queremos que el cambio de modelo de movilidad sea eficiente debemos asegurar la reutilización de la energía".
De ahí que la misión de BePlanet Factory sea, como subraya el propio CEO, "ofrecer soluciones de almacenamiento de energía rentable y sostenible, extendiendo la vida de las baterías del vehículo eléctrico". Esto supone, no obstante, "un desafío técnico que ha sido reconocido por instituciones y grandes empresas", añade Asin.
Más allá de los vehículos
Estas baterías, conocidas en el sector como B2U (del inglés Battery 2nd Use), mantienen intacta, al acabar su aplicación original, una gran capacidad de almacenamiento (entre el 70% y el 80%) y altas prestaciones de calidad y seguridad. Esto significa que son perfectamente funcionales para otros usos, como el almacenamiento de energía estacionario.
En este escenario, BePlanet Factory plantea tres soluciones: almacenamiento de energía de 4kWh ampliables hasta 12kWh, válido para autoconsumo residencial de hogares y pequeños consumos; almacenamiento de energía empleando 'battery packs' de 16kWh ampliables hasta 32kWh. Es decir, energía enfocada para el sector comercial y pequeña industria con el objetivo de ahorrar en la factura de la luz. Por último, soluciones de almacenamiento de energía modulares de 33kWh ampliables hasta 200kWh: energía para el sector industrial y de renovables, preparado para integración en plantas eólicas y fotovoltaicas para servicios a red.