Harto de discriminaciones, Dan Rooney, antiguo propietario de los Pittsburgh Steelers de la Liga Nacional de Fútbol Americano, decidió coger la sartén por el mango y obligó a su equipo a entrevistar al menos a un aspirante al puesto de entrenador que perteneciera a una minoría étnica. En 2002, esta medida se extendió al resto de equipos de la liga y el número de entrenadores afroamericanos se cuadruplicó.
Como era de esperar, la lógica del sentido común de Rooney ha traspasado el ámbito deportivo para entrar también en la esfera empresarial. Una de las compañías que está aplicando la regla con buenos resultados es BBVA donde, desde septiembre de 2017, al menos la mitad de los candidatos para un puesto clave son mujeres ya que, partiendo de esa fecha y hasta julio de este año, de los 33 nuevos nombramientos en este tipo de puestos, casi un 40% han sido mujeres.
El porcentaje contrasta con el 20% habitual de presencia femenina con estas responsabilidades. Como explica Ricardo Forcano, director de Talento y Cultura del Grupo BBVA, “estos datos nos muestran hacia dónde deben ir las políticas de promoción pero también dicen que hay camino por recorrer”. En su conjunto, el 54% de la plantilla del banco son mujeres. Tras extenderla recientemente a todos los puestos directivos, la idea de BBVA es aplicar la regla Rooney a los procesos de contratación externa.
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Formar en sesgos inconscientes –para lo empleados que tienen responsabilidad en contratar, desarrollar o promocionar personas- o visibilizar role models femeninos en la organización, entre otras medidas, han llevado a BBVA a ser seleccionado para formar parte del Índice Bloomberg de Igualdad de Género 2018. Este reconocimiento se suma otros como el Distintivo de Igualdad en la Empresa, concedido en 2012 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Desde BBVA explican que esta estrategia se enmarca en una filosofía encaminada a llevar a buen término “un proceso de transformación interna que derive en un modelo ágil que afronte los desafíos de la era digital”. La diversidad, en su sentido más amplio, forma parte de los pilares de este nuevo rumbo. “Una plantilla diversa entenderá y dará un mejor servicio a una sociedad diversa”, añaden desde el banco.