Beaz Acceleration Program es la primera aceleradora de startups público-privada de Bizkaia. En su búsqueda de startups tecnológicas e innovadoras han optado por una estrategia muy particular. Han aprendido de los errores de las múltiples aceleradoras que salpican todo el país para ofrecer a sus ‘elegidos’ una propuesta diferente.
Laura Autor, Coordinadora de Innovación del programa, ha pasado por Food4Future, que hoy concluye en Bilbao, para explicar estas peculiaridades a parte del ecosistema de I+D presente en el evento. “Cuando empezamos a diseñar Beaz Acceleration Program, teníamos claro que no queríamos otro programa de innovación más. Entre las startups existe cierta saturación con el término ‘acelerar’, como ya ocurrió con la palabra innovación y después con sostenibilidad”, detalla Autor.
Así que se propusieron hacer algo ad hoc; un traje a medida que fuera “de verdadera utilidad” para las startups. “Para empezar, solo participan 5 startups en cada edición. Pueden parecer pocas, pero es la manera de lograr profundidad en el acompañamiento. Por otro lado, es clave el programa de capacitación para el que contamos con el Instituto de Empresa (IE), uno de nuestros puntos de valor”. Aquí tampoco han cumplido con la norma general. Este programa lo imparten personas que han emprendido varias veces, con sus tropiezos y desvelos en la ecuación. “Asesorar desde la experiencia es un plus de credibilidad en los consejos que ofrecemos”, afirma Laura Autor.
Acompañar a El Llanero Solitario
Desde Beaz, y gracias al conocimiento que han atesorado sus integrantes en su apoyo al emprendimiento, han identificado aquellas áreas e las que las startups se ven “como El Llanero Solitario”. “Son buenas en su negocio, en lo que saben hacer… pero no tienen por qué acumular conocimientos en márketing, aspectos jurídicos o qué hay que hacer a la hora de lanzarse a una ronda de financiación”. Los miembros del consejo asesor también han emprendido por su cuenta. “Esa semilla del programa, de ser personas emprendedoras trabajando para personas emprendedoras, se mantiene muy viva”.
En términos financieros, Beaz esta asociada con Seed Capital Bizakia -ambos, proyectos dependientes del Departamento de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia- . “Acceder a 100.000 euros de financiación es una opción que damos a las startups, no obligatoria pero sí recomendable, aunque no queremos meter con calzador ayudas que quizá no lleven a nada. Lo recomendamos porque no buscamos startups en fase muy temprana, sino en ese momento inmediatamente previo al crecimiento y el escalado”. Para Laura Autor, la ubicación física de Beaz Acceleration Program, en B Accelerator Tower (BAT) es otra garantía, ya que el Centro Internacional de Emprendimiento de Bizkaia está conectado con mas de 140 nodos internacionales. “Allí es donde las cosas pasan y el networking fructifica”.
Además de cierta madurez, Beaz exige otros requisitos en un proceso de selección a la altura. Las startups deben contar con un equipo mínimo de dos personas, una solución innovadora diferenciada, un MVP validado y unas primeras métricas, conclusiones de mercado y tener CIF en Bizkaia. “Les pedimos además que hayan empezado a diferenciar su proyecto de crecimiento, pero no es necesario que estén facturando. La ambición -insistía Laura Autor- debe ser crecer y escalar”.
La metodología del programa se ha depurado y mejora edición tras edición gracias al aprendizaje cosechado en múltiples interacciones. “Ponemos toda la carne en el asador, pero les hacemos ver que este es un programa de alto rendimiento. Una vez acceden, esperamos de los equipos emprendedores que lo den todo. Nos gusta recalcar la relevancia de la corresponsabilidad”, asegura la experta.
Aspectos prácticos
La tercera edición de Beaz comenzó el 15 de abril, con la apertura de la convocatoria para captar nuevas startups, y concluirá el próximo 15 de mayo. El programa discurre entre septiembre y marzo. A lo largo de esos seis meses, Laura Autor destaca varios puntos candentes. El consejo asesor mantiene reuniones con cada startup en el arranque, ecuador y fin del programa. En estos encuentros, complementados con reuniones individualizadas con los mentores, se diseñan y ajustan estrategias; analizan las fortalezas y las carencias que urge solventar.
Sin prisa pero sin pausa, Beaz crea comunidad. Ahí están sus alumni, cuyas aportaciones son siempre bien recibidas por las nuevas hornadas de personas emprendedoras. “Todo lo hacemos desde el afán de ayudar. El término familia surge muchas veces. A las hijas e hijos les decimos lo bueno y lo malo, no por criticar, sino para dar con soluciones”, indica Olatz Goitia, Directora General de Beaz.
El programa trata de cambiar el chip a las personas participantes, y que pasen de pensar en términos de startup a términos de empresa. Como ocurre a la conclusión de un MBA, las personas emprendedoras salen de Beaz “un poco revolucionados”, añade Silvia Martínez, Managing Partner y fundadora de Lexcrea y mentora jurídica del programa. Sin embargo, poco a poco, todo lo aprendido se ubica en su lugar. “Somos un revulsivo para que hagan ‘click’ con una visión más amplia del negocio. Ya en la primera sesión, desmontamos su ‘castillo’, y hay que volver a organizarlo, pero no desde cero. No olvidemos que son empresas ‘súper aceleradas’, la mayoría ha pasado por otros programas. Son ellas mismas las que nos han convencido con sus comentarios de que no somos una aceleradora al uso”.