La historiografía del arte europeo ya no es como antes. O, al menos, no se consulta como antes. El Museo del Prado tiene ahora unos dos millones de páginas de sus colecciones bibliográficas y artísticas digitalizadas en su nueva biblioteca digital, con 11.500 publicaciones que van desde el siglo XV a principios del XX. Y su acceso es libre y virtual, siguiendo con el proceso de transformación digital que lleva desde hace años.
María Luisa Cuenca, jefa del área de Biblioteca, Documentación y Archivo del Museo del Prado, cuenta en los directos del museo en Instagram -una de sus más celebradas transformaciones, ya que es su principal y más interesante fuente de comunicación- que quien no pueda consultar toda esta biblioteca en in situ puede hacerlo de manera online.
“Hemos incluido 5.600 artículos de revista, unos 6.000 libros publicados desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XX y especializados en literatura artística. En total, son unos dos millones de páginas digitalizadas que suponen abrir las puertas de la biblioteca de forma virtual para que todos los seguidores de redes sociales o de la web del museo puedan acceder a estos”, explica.
De todos modos, aunque desde el Prado quieren seguir invitando a la gente a visitar la biblioteca, a veces es muy difícil el acceso. Cuenca pone un ejemplo: por motivos de conservación, muchos libros del siglo XV no están disponible, y en temas de investigación puede haber problemas por falta de dicha documentación.
“Con esta biblioteca digital, que hemos podido hacer gracias a fondos europeos de recuperación a lo largo de estos tres últimos años, vamos a poder poner a disposición de cualquier persona que esté interesada estos libros; no sólo a investigadores, porque también son libros de literatura artística que pueden interesar a distintos sectores de usuarios interesados en leer sobre los libros que han sustentado la historiografía de la historia del arte”.
Y es que, sin ir más lejos, gracias a estos libros se puede conocer qué leían, en qué se inspiraban y cuál era la biblioteca de Velázquez, del Greco o de Rubens. “Todos estos libros que usaban los artistas como soporte teórico para sus composiciones y también soporte iconográfico, los tenemos aquí”.
Cómo funciona
La propia Cuenca indica que en la biblioteca digital tienen dos tipos de buscadores. Uno general, donde si se pone una palabra o un término busca en todos libros disponibles. Y, por otro lado, una búsqueda avanzada que permite buscar por distintos campos bibliográficos, con información más estructurada y controlada.
Hay disponibles revistas, publicaciones del Prado, impresos, catálogos de subastas, cartillas de dibujos, manuscritos, libros, colecciones, galerías… Todas las obras digitalizadas se han organizado por secciones, lo que facilita la visita temática o la visualización de contenidos por tipologías documentales.
“Además, y con el fin de aumentar la visibilidad y la reutilización de las colecciones, todas las obras digitalizadas se van a agregar por sistemas de recolección a Hispana, el portal de acceso al Patrimonio Digital Español, y desde ahí a Europeana, la gran biblioteca digital europea de acceso libre”.