Bioinfo4Women nació en 2018, bajo el seno del Barcelona Supercomputing-Center (BSC), con una premisa: dar salto a investigadora principal (PI) tras el posdoctorado es muy difícil para las mujeres. Su función es conectar la investigación científica en temas de biología con la sociedad para hacerle llegar a esta, de una manera correcta, lo que se investiga. Y viceversa.
El departamento de Life Sciences del BSC, al que pertenece María José Rementería, responsable de Bioinfo4Women, lanzó este programa. Un programa que, en un principio, arrancó organizando seminarios para ayudar a las mujeres científicas en su paso del posdoctorado al PI.
Notaron que en el sector de la biología hay bastantes estudiantes mujeres –incluso más que hombres–. Que hacen el doctorado, también. En posdoctorales, más de lo mismo. No hay, que se diga, una diferencia abismal como hay en ingenierías. Pero, en el salto a PI, en el salto a investigadora principal, hay una caída estrepitosa. ¿Por qué?
“Hay muchos factores”, explica Rementería. “Lo veo en todas las estructuras. Yo vengo de la industria. Las mujeres llegaban hasta gerente, pero a directoras ya no. Y aquí está pasando lo mismo, a investigador independiente no llegan. Si vas a cargos de dirección, muchísimo menos. De hecho, en el BSC no hay ninguna en el comité de dirección, sin ir más lejos. Algo con lo que llevamos peleando mucho tiempo”.
Los primeros tiempos: los seminarios
Bioinfo4Women nació para eso: para ayudarlas a dar el salto. Empezaron haciendo seminarios de mujeres jóvenes, con capacidad, para que se las visualizara y se diera a conocer su trabajo, tanto a hombres como mujeres. “Siempre que haces una actividad de mujeres, solo vienen mujeres, nunca hombres, es uno de los problemas que hay”, antecede Rementería.
Desde entonces han ido dando vueltas, han crecido, han hecho muchas actividades de difusión. Ya en 2019 hicieron una conferencia donde todas las ponentes eran mujeres. “Lo hicimos en La Pedrera –recuerda–, y pusimos un café con mujeres líderes. Nos trajimos a perfiles muy importantes para que pudieran tomar un café en una mesa a ocho y hablar de las carreras profesionales”. Y fue un éxito. “Les encantó, tanto a las ponentes como a las líderes. Ese contacto con las jóvenes que querían estar ahí fue muy positivo, se favoreció el role model, que es uno de los problemas que también hay”.
"No queremos estar en la divulgación, queremos estar en la acción”
Hicieron también una obra de teatro, buscando una conferencia que rompiera con todo, que fuera diferente, con la historia de Rosalind Franklin y el polémico Nobel. Ya a finales del pasado año, cuando tuvieron un poco más de presupuesto, decidieron también darle más forma al programa.
En Bioinfo4Women organizaron unas sesiones de cocreación con mujeres muy relevantes del mundo de la informática. “Juntamos a unas ocho y analizamos dónde estaban los problemas, cuáles habían sido sus momentos de éxito y por qué ellas habían conseguido el éxito en su carrera profesional, dónde habían encontrado los problemas y cómo podíamos diseñar un poco el proyecto para realmente ayudar”, explica.
“No queremos estar en la divulgación, queremos estar en la acción. Para nosotros es importante porque hay pocos programas de acción. Empezamos con seminarios y empezamos con tres PIs, les ayudamos a que empezaran sus grupos de investigación en otro sitio (porque no se puede hacer en el mismo centro). Tenemos una en Israel, otra en Toulouse y otra en Marsella”.
Lo que hicieron para ayudarlas –“aunque ellas se tengan que ganar su posición”, apunta Rementería–, fue un acuerdo a nivel institucional para que ellas puedan trabajar un mes en el BSC como visitors scientist. “Ya no fueron recibidas de la misma manera, las empoderó. Es muy duro… Pero al final las han reconocido. Es una medida que funciona”.
El primer eje de actuación: soporte y ayuda
Ahora, Bioinfo4Women cuenta con tres ejes de actuación. El primero es el eje de actuación de soporte y ayuda a las mujeres en su carrera científica, el programa para el salto a PI. Siguen con los seminarios, unos diez al año y que, con la pandemia, tuvieron más repercusión al grabarlos online y ahora se encuentra con un programa de mentoring, de coaching y de formación, que lo hacen con PIs de otros centros.
“Para la formación, cogemos los programas del BSC y los personalizamos, vemos qué carencias hay, qué hay que potenciar… Vamos por las presentaciones en público –como dice Mary Beard, la mujer lleva más de 2.000 años sin hablar en público, y eso le pesa–, por ejemplo”.
Y es que, como incide Rementería, “si no están en ambientes cómodos no se atreven a hablar y, si el ambiente es un poco agresivo, peor. Las hay que sí, claro, pero hablamos de un término más general. O cómo escribir papers, cómo ganar autoconfianza, cómo ser capaces de hablar en una reunión e imponer tu criterio, ese tipo de cosas”.
La responsable de Bioinfo4Women cuenta que han detectado que, para que se llegue a una posición de alto nivel, se necesita tener el conocimiento, algo ya lo tienen. “Necesitas querer, tener autoconfianza –si no quieres, no llegas–. Y muchas mujeres no quieren, hacen un desarrollo en horizontal; es decir, se mueven en la misma categoría hacia otra área”.
Eso, prosigue, se nota mucho en las empresas que es más fácil moverse como finanzas: “De gerente de tesorería, pasas a gerente en compras, pero nunca saltan hacia arriba. Porque los conocimientos los puedes explotar, no se gana en responsabilidad y, por lo tanto, con más presión. Pero en ciencia no es tan fácil, no se puede estar en un eterno posdoctorado. Hay que ayudarlas. Empoderarlas”.
El segundo eje de actuación: networking
Asimismo, en Bioinfo4Women cuentan un segundo eje, que es crear networkings con instituciones que trabajan en la misma línea. De hecho, tienen ya localizadas organizaciones que trabajan en el desarrollo de la carrera científica de la mujer en el tema biológico y en el tema de la informática.
“‘No contratamos mujeres porque no las encontramos, porque no hay mujeres de informática, o de inteligencia artificial’, me dicen. Bueno, pues no se está buscando bien, porque las hay”, asegura. “Hemos identificado organizaciones y, el próximo mes de junio, vamos a hacer un Workshop con todas ellas, en el Palau Macaya, con juegos y demás para que se conozcan, con un mapa de cobertura, con todos los temas que cubrimos. Y que nos ayudarán”.
Además, Rementería explica que algo que diferencia a las mujeres un poco de los jóvenes es que, en cuanto llegan a niveles altos, los hombres sí crean networking. “Tienden siempre a eso, tiran de sus hombres de confianza y crean redes que van subiendo. La mujer no lo hace, es más individual. Está más sola y la que llega es una mujer de carácter fuerte, que ha llegado con mucho esfuerzo. Tiende a pensar que si ha llegado es por algo: ‘si tú no llegas es porque no vales’. Y no es por eso. Hay muchas mujeres que no tienen autoconfianza o se han criado en el ‘niña, cállate’. El ‘niña, cállate’ existía. Y existe. Por ello, quizá, no se crean esas redes”.