Un equipo de investigadores ha logrado el primer material bioplástico a partir del excedente de suero de leche procedente de la elaboración del queso. En concreto, se trata de Polihidroxibutirato (PHB), obtenido mediante un bioproceso fermentativo del suero de leche, un subproducto procedente de la industria quesera. La investigación, enmarcada en el proyecto Wheypack, tiene como objetivo dar respuesta a las preocupaciones actuales del sector lácteo.
Como destacan desde AINIA -a la cabeza del proyecto junto con AIMPLAS-, "se trata de un proyecto de economía circular que producirá beneficios para la industria quesera". Entre ellos, destaca la valorización del subproducto conseguido en un nuevo envase de PHB, adaptado además a las necesidades de sus productos.El material PHB obtenido del suero excedente de la empresa Central Quesera Montesinos (España) podría sustituir al plástico tradicional en la fabricación de envases para productos lácteos. "Supone un gran paso en cuanto a conseguir la total sostenibilidad de los productos", apuntan desde AINIA, cuyo equipo de investigación se ha encargado de aplicar las tecnologías de bioproducción.
Los primeros resultados del proyecto detallan que para lograr este bioplástico, en primer lugar, se identificaron los distintos tipos de sueros, procedentes de Central Lechera Montensinos, que se producen en la elaboración de las diferentes variedades de quesos, y se seleccionaron aquellos que mejores aptitudes presentaban como medios de cultivo para microorganismos.
Por otro lado, el suero de leche (procedente del procesamiento de leche y queso) constituye un abundante excedente para la industria láctea europea. Sólo en Europa se estima que se producen anualmente 75 millones de toneladas de suero de leche procedente de los fabricantes de queso. Aunque parte de este subproducto vuelve nuevamente a la cadena alimentaria para la realización de otros productos lácteos, cerca del 40% del suero es desechado y gestionado como residuo en las industrias alimentarias.