Las dificultades de financiación y de rentabilizar las innovaciones están presentes en el día a día del sector biotech y, en consecuencia, de las reivindicaciones que su patronal ASEBIO ha vuelto a poner de manifiesto con motivo de la celebración de Biospain 2018. Por eso, una de las novedades que ha presentado este congreso en su novena edición es la celebración de un foro que actúe como nexo de unión entre las denominadas ‘big pharma’, que necesitan desarrollar costosos y novedosos procesos de I+D+i, y startup y pymes biotecnológicas, más especializadas y que tienen los conocimientos para llevar a cabo esos desarrollos pero no los medios para ponerlos en el mercado.
La idea, han subrayado desde ASEBIO, es que las ‘big pharma’ cuenten en qué procesos están trabajando para, a partir de ahí encontrar empresas biotech con las que colaborar. No se trata de externalizar una innovación, han puntualizado, sino de llegar a acuerdos, si bien no se esperan resultados inmediatos durante las jornadas de este Biospain 2018. Estos llegarán más adelante, de ahí que el objetivo, por tanto, sea servir como punto de encuentro y ahondar en la idea expresada por Ion Arocena, director general de ASEBIO, para quien Biotech 2018 debe agrupar “a todos los elementos del ecosistema biotecnológico en un mismo lugar, y atrayendo a los principales inversores y empresas líderes”.
Durante este foro, cuatro grandes empresas farmacéuticas como Lilly, Novartis, Johnson & Johnson y Merck han presentado sus líneas de trabajo más innovadoras ante representantes startup y pymes del sector biotech. Todo ello con el objetivo de alcanzar acuerdos en virtud de los cuales las empresas grandes contactan con las más pequeñas y especializadas para que desarrollen estos procesos, replicando de algún modo en el sector privado el ‘modus operandi’ que utiliza la compra pública innovadora.