Un 46 % de la población sufrirá a lo largo de su vida algún tipo de desorden cerebral o una enfermedad neurológica. Estas patologías son la primera causa de discapacidad y la segunda de mortalidad en todo el mundo. El interés por el cerebro y las tecnologías anexas, que ayudan a desentrañar su funcionamiento y sus misterios, no hace más que incrementarse. “Vivimos más. Podemos llegar a los 70 u 80 años con un cuerpo en buenas condiciones pero, ¿de qué le sirve esta mejora a un enfermo de Alzheimer?”, se pregunta la neurocientífica, CEO y cofundadora de Bitbrain, María López. “Después de conquistar el cuerpo, es hora de hacerlo con el cerebro”.
La empresa, que arrancó como una spin-off de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) en 2010, se ha convertido en una referencia global en el desarrollo de neurotecnología para medir e interpretar la actividad cerebral, facilitando el trabajo de médicos e investigadores en la lucha contra enfermedades neurodegenerativas, así como en el tratamiento del estrés, los trastornos del sueño y un amplio abanico de problemáticas.
Al otro lado del teléfono, López asegura con humor que parte de ‘culpa’ para que Bitbrain viera la luz hace casi tres lustros fue de los periodistas. “Javier Mínguez (cofundador de la empresa) lideró en UNIZAR una investigación con la que lograron controlar un robot a través de la mente. El estudio asociado al proyecto fue publicado por algunas de las revistas científicas más importantes”. Periodistas de todo el mundo viajaron a la capital aragonesa para conocer de cerca este trabajo e interesarse por el momento en el que la neurotecnología sería una realidad en nuestra vida cotidiana. “Fue un revulsivo. No queríamos que estos progresos se quedaran olvidados en un cajón, así que decidimos montar la empresa”, añade.
Una revolución inminente
Licenciada en Matemáticas y doctora en Ingeniería Informática, en una entrevista con Innovaspain en 2013, María López vaticinó que estábamos a las puertas de vivir “una revolución” en el cuidado de la mente. “Empezamos pronto, cuando nadie hablaba de neurotecnología. Sin embargo, estábamos y estamos convencidos de que estas innovaciones acabarán entrando en los hogares de la gente; que podemos impactar con fuerza en la mejora de la salud cerebral. Siempre hemos trabajado en esa dirección”. La compañía se ha hecho mayor proporcionando tecnología a científicos para que puedan investigar más allá del laboratorio. “Estos ingresos los hemos reinvertido en mucho I+D para romper otra barrera”, insiste López: “Llegar al domicilio de los pacientes y ayudarles con sus patologías neurodegenerativas”.
La predicción de la CEO de Bitbrain no se ha cumplido del todo, “pero cada vez estamos más cerca”. Y añade: “Al principio, pensábamos que como mínimo nos llevaría dos décadas generalizar una propuesta como la que teníamos entre manos. Hablamos de tecnologías disruptivas. Las noticias son buenas. La Neurotecnología es un campo que ha evolucionado mucho. Gracias a la IA, somos capaces de cosas antes impensables en la decodificación de la señal cerebral. Hemos progresado enormemente hasta conseguir una tecnología médica de bajo coste”, puntualiza.
Combatir el Alzheimer
Entre lo más novedoso, María López se queda con una banda textil inteligente capaz de medir la actividad cerebral. “Aún no está a la venta, ya que debe completar los controles regulatorios que exige la UE, pero sí está disponible para su uso en investigación”. De su impacto a medio plazo ya han tomado buena nota en la ONU o la OCDE, que han invitado a los integrantes de Bitbrain a exponer los detalles de una solución que la Comision Europea ha incluido entre las 20 tecnologías más innovadoras del continente.
La banda mide las señales del cerebro con calidad médica. El textil conlleva un coste de producción más bajo que el de otros dispositivos, y facilita el ‘viaje’ de la banda hasta el domicilio del paciente. “También reducirá el coste de pruebas médicas en la sanidad pública y privada que ya no será necesario llevar a cabo en el hospital, como algunos estudios de sueño. Mientras, los pacientes no tendrán que aguantar prolongadas listas de espera”.
Bitbrain trabaja además en varios ensayos clínicos relacionados con al Alzheimer. Uno de ellos indaga en cómo predecir con cierto margen de maniobra la aparición de la enfermedad. Otros dos ensayos incluyen intervenciones activas o pasivas dirigidas a retrasar su avance. En todos ellos, el abordaje puede llevarse a cabo en casa del paciente.
La intervención activa se produce durante el día. “El tratamiento que proponemos es, de manera resumida, un entrenamiento cerebral. Detectamos las ondas cerebrales implicadas en las capacidades cognitivas de la persona, a quien enviamos feedback visual para que separa si las está activando o no. Buscamos estrategias para que las active por encima de su índice de normalidad”. La intervención pasiva no requiere esfuerzo. “Sabemos que mientras dormimos, el sueño tiene un efecto reparador. El cerebro se limpia. A medida que nos hacemos mayores, ese trabajo es más costoso y pueden acumularse placas de proteínas b-amiloides, involucradas en el Alzheimer. “Generamos automáticamente las ondas que limpian el cerebro mediante una pequeña estimulación auditiva en momentos concretos del sueño”.
Emprendimiento científico
María López celebra que, en los últimos años, en España haya ganado músculo el ecosistema de emprendimiento científico. “Es maravilloso constatar que otros investigadores se animan a dar el salto a un proyecto empresarial propio. Es bueno porque genera cierto efecto contagio, cada vez hay más referentes en los que fijarse”. También opina que queda trabajo por delante. “Es urgente que se incremente la inversión en este tipo de proyectos, que precisan de más tiempo para cristalizar. El venture capital busca retorno a corto plazo. Cuando nosotros empezamos, necesitábamos de otros desarrollos paralelos en nuevos materiales, IA o computación en la nube. Las iniciativas de gran impacto tardan en llegar al mercado. Es más arriesgado apoyarlas pero, si todo marcha bien, la rentabilidad también es mayor”.
A nivel público, la cofundadora de Bitbrain considera que los fondos de recuperación han sido una inyección importante para llevar a buen puerto la I+D de la empresa. “A partir de ahora no está claro qué va a pasar. Si concluyen, muchas iniciativas se quedarán por el camino. La mejor forma de llevar al país por la senda del crecimiento es apostar por la investigación y la innovación. Este esfuerzo deriva en más impacto y más empleo de calidad que, además de bien remunerado, motive a los profesionales”.
En un mundo donde “la tecnología es la nueva religión”, María López pide a la ciudadanía más capacidad crítica. “Surgen empresas sin el soporte del aval científico, pero capaces de sembrar opiniones y percepciones que en realidad son erróneas. La incredulidad total hacia el progreso es negativa, pero también caer en todo lo que nos ‘venden’. Conviene estar bien informados, más ahora, cuando los medios profesionales y rigurosos conviven con otras fuentes, como las redes sociales, en las que todo vale”.
Lo próximo
En 2025, en Bitbrain confían terminar la fase 2B de los ensayos clínicos y pasar a la fase 3, lo que abrirá las puertas a la comercialización definitiva de los nuevos productos. Además, la compañía va a potenciar la línea dedicada al sueño ante el criente interés en este campo. Junto a estudios del sueño para paliar el insomnio, ampliarán a biosensores que ayuden en el tratamiento de la apnea o del síndrome de piernas inquietas.
“Somos positivos. El año próximo tenemos asegurados casi dos millones de euros de facturación. La neurotecnología en general ha ganado peso. Distintas startups del sector, basadas mayoritariamente en software, nos piden que desarrollemos para ellas hardware a medida. Otras demandan algoritmos concretos de decodificación cerebral. Es un momento muy bonito porque sentimos que nos hemos convertido en un referente internacional”.
El premio del Santander
Bitbrain fue una de las empresas premiadas (en la categoría Scaleup) del Santander x Global Challenge | Innovation in Healthcare, una competición global impulsada por Banco Santander en colaboración con Hitachi y Oxentia Foundation que durante cinco meses ha buscado en 11 países las soluciones más innovadoras en el campo de los servicios sanitarios y que ha repartido un total de 120.000 euros en premios.
“Es un orgullo, ya que competíamos con casi 800 candidaturas más”, señala López, que lanza un llamamiento para que más mujeres y más empresas españolas “se lo crean” y participen en este tipo de convocatorias. “El premio también implica responsabilidad. Nos toca demostrar que podemos conseguir aquello en lo que tanto creemos y que será útil para la sociedad”.
El resto de empresas premiadas han sido cuatro startups y scaleups británicas ( Cardiology Devices, BioTryp Therapeutics, Mendelian, CanCertain Limited) y la polaca Feyenally. “Reino Unido lo está haciendo muy bien en la parte de startups y salud. Allá donde vamos nos encontramos con proyectos disruptivos y bien financiados”.