La primera edición del 'Fórum Blockchain e Innovación digital de las finanzas', promovido por IEB y Grant Thornton, ha ratificado una tendencia que lleva consolidándose en los últimos cinco años: el mundo de las finanzas es inevitablemente digital. Y lo es gracias a esta tecnología, el blockchain, que junto a la industria de los criptoactivos está marcando un antes y un después en todo lo que tiene que ver con el dinero.
"Las enormes posibilidades de uso de la tecnología blockchain en los centros de negociación y en las infraestructuras de mercado podría facilitar la ejecución de forma instantánea de una operación de compraventa, su liquidación y su registro, mediante el uso de smart contracts", pone como ejemplo Francisco del Olmo, subdirector responsable de Fintech y Ciberseguridad de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Aunque el organismo alertara hace casi un año de los riesgos que supone la inclusión de los criptoactivos en el sector financiero, reconoce que es una realidad que hay que tener presente de cara un futuro que cada vez es más cercano.
En este sentido, Del Olmo ve como positivo la puesta en marcha del reglamento MiCA y sus desarrollos de segundo y tercer nivel planteados en el seno del regulador europeo ESMA. La Unión Europea alcanzó un acuerdo en octubre de 2022 sobre esta iniciativa, convirtiéndose en el primer marco regulador para estos instrumentos en el mundo. La normativa incluye a emisores y proveedores de servicios, con el objetivo de proteger a consumidores e inversores, así como para aumentar la estabilidad financiera y la innovación. La ley se pondrá en marcha entre mediados de 2024 y principios de 2025 y sitúa a Europa como región atractiva en este mercado.
Y es que 2024 es una fecha marcada en rojo en el calendario de la innovación financiera. "La aprobación de los Reglamentos MiCA y TFR suponen la culminación del modelo de economía tradicional a un modelo de economía digital, posicionando a Europa a la vanguardia del sector de los criptoactivos al tratarse del primer marco jurídico del mundo en la materia", sostiene Javier Cuairán, Senior Lawyer de ONTIER.
Democratizar la riqueza
El 45% de la riqueza está en manos de un 1% de la población. Hasta el momento, ha quedado demostrado que los mercados financieros no están tan preparados para facilitar a la gente con poco dinero invertir y ofrecer los mejores productos de una forma segura. Al fraccionarla y digitalizarla en un token –gracias al blockchain– que pueda transaccionar de forma directa y segura, con todas las aplicaciones que industria financiera puede desarrollar, se podrá facilitar acceso a productos financieros y crear un patrimonio e ir incrementando su riqueza.
De hecho, otra de las conclusiones que ha dejado el foro es que los mercados de valores basados en blockchain van a suponer una forma de entrada que facilite la adopción masiva a corto medio plazo con la posibilidad de conectar la riqueza directamente con el inversor sin necesidad de pasar por los múltiples intermediarios financieros.
Es un momento importante para la regulación. "Va a permitir mayor confort a la adopción institucional, lo que va a permitir una adopción a todos los niveles con más garantías", afirma Luis Pastor, profesor del IEB y director de Consultoría de Negocios e Innovación de Grant Thornton. Su compañero Raúl López, director de Consultoría IT e Innovación de Grant Thornton, va más allá: "El principal avance del blockchain va a venir cuando entre en vigor la regulación europea. Todos los activos digitales van a tener que adecuarse a la regulación que va a entrar en vigor. El sector financiero será el protagonista, pero también otros como el inmobiliario, el energético o el de la logística, que con la tecnología del Blockchain van a conseguir mayores eficiencias en sus negocios".
El mercado mira con atención a 2024, al que muchos catalogan ya como el año del blockchain, en el que el bitcoin marca los tiempos y se vienen desafíos como como el halving (proceso automatizado de reducción a la mitad de los bitcoins que reciben los mineros como recompensa por la creación de un bloque), la macroregulación a principios de 2025, la necesaria formación y la presión por parte de los usuarios y el enorme desarrollo tecnológico que se está gestando.
