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Víctor Negro, en los viñedos de Bodega Negón. Imagen: Facebook de la compañía, octubre de 2020.

Bodegas Negón: del viñedo yonqui al vino biodinámico

Víctor Negro, enólogo y gerente de la bodega emplazada en una antigua villa de la localidad burgalesa de Fuentecén, interviene en la entrega de los Premios de Periodismo EIT Food

Víctor Negro, enólogo y gerente de Bodegas Negón (ubicada en Fuentecén, Burgos) considera que los métodos que la revolución industrial trajo a la agricultura ya no son válidos. “Estamos destruyendo el medio natural y llevando los recursos naturales al límite de sus capacidades”. Negro intervenía hace unos días en la ceremonia de entrega de los Premios de Periodismo EIT Food -que han recaído en Jessica Nieto (El Mundo) y Yolanda Veiga (El Correo)- para detallar los caminos que le han llevado a apostar de manera frontal por la agricultura regenerativa y ecológica en sus viñedos.

“El exceso de insumos agrícolas crea un sistema yonqui en los cultivos. Cuando matamos la hierba, también matamos el suelo, cambiamos la genética de las plantas. Perdemos nuestra mejor herramienta, que son los microorganismos”, detallaba el enólogo. Los microorganismos son los encargados de convertir la materia orgánica del suelo en alimentos, porque la planta “no come cualquier cosa”. “Es el mecanismo de la naturaleza para alimentarla de forma sostenible, equilibrada y proporcional”, añadía.

En Bodegas Negón elaboran vinos de autor en los que la naturaleza, el terroir, la historia y el tiempo “son protagonistas imprescindibles”. Mirando hacia sus antepasados, los actuales responsables de la bodega han recuperado viñedos de variedades autóctonas y reacondicionaron la bodega familiar subterránea del siglo XIX para cobijar las barricas y botellas de sus vinos, entre los que destaca el tinto Dharma de Negón, quizá el más emblemático de la casa.

Las ventajas de la biodinámica

En la familia entienden la biodinámica como una filosofía de vida. “Ayuda al viticultor a replantearse sus ideas y a tener una comprensión de la planta y de los viñedos, de su funcionamiento y del entorno, para entender mejor a la tierra y a la naturaleza”. En los cultivos convencionales, la planta recibe un exceso de sales minerales que genera un estrés hídrico –“algo así a lo que pasa cuando comemos muchas pipas”- y hace que precise más agua. “Se vuelve híper-sensible a las condiciones climáticas”.

La planta que crece así, sufre un exceso de hojas, de frutos… las condiciones son ideales para que proliferen insectos problemáticos para el cultivo. Al utilizar químicos para combatirlos, son eliminados también aquellos insectos que luchan naturalmente contra las plagas. “Con cada ciclo, la destrucción del sistema es mayor. Llegamos a un sistema desfavorecido. La planta depende más intensamente del agricultor y de los insumos”.

La hierba crece en los viñedos de Bodegas Negón, siempre bajo supervisión técnica de distintos profesionales. “Ahora nuestra tierra es un hogar favorable para los microorganismos. Dotamos al cultivo de más resiliencia ante cualquier eventualidad. Cuando hay lluvia, como en estos días, el agua aprovecha los canales microporosos favorecidos por la hierba y se crean acuíferos, nuestro gran tesoro cuando el agua escasea”.

Sencillez rigurosa

Víctor Negro asegura que estás técnicas sencillas, basadas en las tres emes -materia orgánica, microorganismos y minerales- redundan en campos más sostenibles. “Los detractores de la agricultura regenerativa reclaman incrementar producción para alimentar a la creciente población del planeta. Numerosos estudios estadísticos demuestran que la agricultura ecológica es igual que la convencional en términos de rendimiento. Sin embargo, la calidad es muy superior”.

Entonces, ¿por qué no es la tendencia mayoritaria? “Cada vez somos más, pero debemos trabajar la confianza del consumidor, y el papel de los medios de comunicación es fundamental para lograrlo. Estos proyectos no son cosa de unos cuantos locos que dejamos en manos de la naturaleza nuestras cosechas. Se trata de técnicas muy coherentes, respaldadas por trabajos de investigación. Es posible estar en armonía con la naturaleza sin dejar de lado el rigor técnico”, argumentaba Negro.

De esa armonía con las plantas –“mi presencia en el viñedo debe potenciar el cultivo”- nacen productos diferenciales, cuya calidad “nos permite vivir de modo más saludable”, añadía. En su caso, los vinos de Bodegas Negón tienen entre sus principales destinos los restaurantes Estrella Michelin españoles. “Valoran la excelencia del producto. Si yo he sido capaz, todo el mundo puede conseguirlo. Solo hace falta conciencia, confianza y perder el miedo”.

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