Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

Bosque Metropolitano: los cinco proyectos que harán de Madrid una de las ciudades más verdes del mundo

‘Aguaila Madrid Puerta de la Sierra’, ‘Efecto mariposa’, ‘A flor de yeso’, ‘Manantial Sur’ y ‘Del Manzanares al Guadarrama’ son las ideas ganadoras del concurso planteado por el ayuntamiento de la capital para la confección de un gran anillo sostenible y biodiverso
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De izquierda a derecha: Pino Pliego, Luis Climent, Clara Eslava, Jesús Arcos y Carlos Rubio el pasado viernes.

El pasado viernes empezó a concretarse el futuro que les espera a las 2.600 hectáreas que ocupará el Bosque Metropolitano, un cinturón de 75 kilómetros que rodeará y abrazará la capital en base a cinco grandes iniciativas ecológicas y sostenibles dominadas por la cohesión social y medioambiental.

Mariano Fuentes, delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, recordaba que la propuesta de activar el Bosque Metropolitano salió del despacho de la vicealcaldesa Begoña Villacís. “Nunca entendí por qué la ciudad estaba tan lejos del campo. Tampoco tiene sentido que tantos madrileños desconozcan dónde se ubican el arroyo de Meaques, los cerros de Almodóvar y Garavitas o las numerosas lagunas de la región”, apuntaba Villacís.

“Hacer algo así era una obviedad que hasta el momento no se había plasmado. Ahora ya no hay vuelta atrás. El Bosque Metropolitano sitúa a Madrid a la vanguardia de Europa, donde no está previsto un proyecto verde de esta magnitud en la próxima década”. La vicealcaldesa destacaba la inclusión de la iniciativa como parte de los Pactos de la Villa, lo que garantiza su continuidad en el futuro.

"Un antes y un después" en la forma de entender la ciudad de Madrid

Según Mariano Fuentes, el Bosque Metropolitano es la gran infraestructura verde que necesita Madrid. “Los mejores estudios del mundo (decía en alusión a las cinco ideas ganadoras) han puesto el proyecto en negro sobre blanco para hacer realidad algo con lo que soñábamos desde que llegamos al Ayuntamiento”.

El delegado de Desarrollo Urbano mencionaba algunos requisitos que exigieron a los concursantes. “Resultaba fundamental la ejecución y mantenimiento de bajo coste en los proyectos; minimizar el consumo de agua o priorizar las especies vegetales y animales autóctonas. Todo ello redunda en el compromiso de sostenibilidad medioambiental”.

El Bosque Metropolitano también ejercerá funciones educativas y será soporte para otras actividades destinadas a la población, las empresas, las universidades y los centros de investigación. “Es una apuesta a largo plazo. Supone un antes y un después en la forma de entender la ciudad de Madrid”, añadía Fuentes.

El papel de las empresas

El Foro de Empresas por Madrid aportará 200.000 euros en premios para las ideas ganadoras. Pilar Suárez-Inclán, directora de comunicación de Reale Seguros y vicepresidenta segunda del foro, destacaba que los cinco proyectos presentados sean en sí mismos “un modelo de colaboración y diversidad” que deberíamos aplicar más a menudo.

“Además de girar en torno a la sostenibilidad, el Bosque Metropolitano busca un Madrid más justo. Varias zonas deprimidas se verán especialmente beneficiadas”. Suárez-Inclán aseguraba que ver cómo se materializan estos proyectos “reconforta y ayuda a seguir adelante”.

“En un año horroroso, Madrid ha demostrado su resiliencia y las empresas hemos vuelto a dar un paso adelante al servicio de la sociedad”. La directora de comunicación de Reale Seguros celebraba que, pese a la gravedad de la situación, el Bosque Metropolitano no haya desfallecido en sus intenciones. “A veces no damos a la emergencia climática la importancia que merece. La materialización de este proyecto implica una ciudad más sana, justa y sostenible”.  

Aguaila Madrid Puerta de la Sierra

La propuesta ganadora para el primer lote de los cinco en los que se ha dividido el concurso es de Pino Forestal Ingeniería. El vuelo del águila imperial y el valor cultural del agua como recursos son sus hilos conductores. Conectará El Pardo con las lomas de Valdelatas y la Casa de Campo.

Como explicaba su autora, la ingeniera Pino Pliego Alegría, este “enclave privilegiado, antesala de la sierra”, contribuirá a hacer de Madrid una ciudad más sostenible saludable y moderna. “Será una gran masa forestal que dé continuidad al monte de El Pardo y favorecerá la educación ambiental y ecológica, donde aún tenemos mucho que mejorar”.

Para la zona del Manzanares Norte, Aguaila propone consolidar y renaturalizar la senda fluvial paralela al curso del río y la adecuación estancial del Puente de San Fernando. Por otro lado, en la zona de Valverde apuesta por el turismo ornitológico y cultural, impulsando la conexión con la Quinta del Duque del Arco. “Es un tipo de turismo de moda de mucha calidad procedente del norte y centro de Europa”, apuntaba Pliego. Agualia también prevé revitalizar el tramo del Camino de Santiago que atraviesa estos parajes.

En la Mina del Cazador plantea renaturalizar el entorno de la olmeda existente, así como una laguna artificial y un jardín de aromáticas. Y para la zona de Valdegrulla establece una senda botánica con un observatorio de aves a lo largo del recorrido, la creación de una nueva superficie de encinar mixto con alcornocal y pinares y un vivero y un centro de interpretación de oficios tradicionales forestales.

Como acciones más destacadas se encuentran la recuperación de los espacios para la mejora del águila imperial ibérica y su cortejo faunístico, la recuperación del encinar adehesado degradado, la recuperación de sotos y riberas del Manzanares y cursos fluviales estacionales, la recuperación de los espacios agrosilvopastorales, los setos vivos, los muros y lindes y la puesta en valor de la diversidad agraria.

“Contemplamos la creación de 600 puestos de trabajo directos e indirectos. Instalaremos 42 nuevos equipamientos para el uso y disfrute de los ciudadanos y plantaremos 250.000 árboles y más de un millón de arbustos”, apuntaba Pino Pliego.

Llegar a Cibeles a través del Bosque

Efecto Mariposa es la propuesta del equipo formado por la UTE Climent- Navascues-ARZV actúa en el noreste sobre un espacio urbano consolidado por la edificación y ocupado por importantes infraestructuras de comunicaciones. Sin embargo, contiene elementos de gran valor ambiental y paisajístico, como son el borde sur de El Encinar de los Reyes, el Parque de Valdebebas, el Parque Juan Carlos I, el jardín del Capricho o la Cuña de O’Donnell, Vicálvaro o Parque de Valdebernardo.

La acción principal es el diseño de una avenida forestal de 23,82 km por la que, como detallaba uno de sus artífices, el arquitecto Luis Climent, “sea posible ir al colegio, al trabajo o pasear y hace deporte”. La avenida será el eje vertebrador que conecte todos los parques existentes, mediante una vía que permite la circulación de peatones y ciclistas, en calzadas separadas. La cuneta de esta vía almacena agua para permitir el mantenimiento de especies arboladas de hoja caduca, que den sombra en verano y permitan paseos soleados en invierno.

En cuanto a la vegetación, se plantean varios tipos de bosque:

Frontera: denso y de hoja perenne, con arbolado como el pino piñonero, encinas, enebro o madroños.

De Ribera: con especies que aporten volumen y altura, como los chopos, arces, olmos, sauces, fresnos… y otros de menor porte como el escaramujo, piruétano o juncos.

Adehesado: el arbolado principal se compone de pinos, alcornoques, fresnos, quejigos y se caracteriza por la mezcla con arbustos.

De cultivo de fruto: el arbolado se ordena y prepara para la recolección del fruto, como almendros, membrillos e higueras.

Bosque de trinchera: en aquellos taludes artificiales del viario existente u otros elementos como escombreras, se plantarán arbustos y otras especies que permitan el aumento de la biodiversidad del entorno.

En la propuesta figuran también lagunas, en las minas de cielo abierto existente, que permitirá incluso la implantación de un parque acuadeportivo y ecoductos para la conexión de los espacios naturales, así como pasarelas para ciclistas y peatones.

En esta zona está ubicado el Cerro Almodóvar, considerado kilómetro cero del Bosque Metropolitano. “Es todo un símbolo a recuperar. Desde sus laderas reforestadas será posible asistir a algunas de las mejores puestas de sol de Madrid”, aseguraba Climent. Efecto Mariposa confía en que el Bosque no se circunscriba a los alrededores de Madrid. “Planteamos un ramal para llegar al mismo centro de la ciudad”.

El Bosque Metropolitano también es árido y sobrio

A flor de yeso es la propuesta de la UTE Uxama Ingeniería y Arquitectura, SLPU, Gestión Integral del Suelo SL, y Eslava y Tejada Arquitectos SL. Busca el arraigo en los suelos áridos que se extienden en los márgenes en crecimiento de la ciudad y que se asoman, finalmente, a los valles fértiles del Manzanares y del Jarama, en el sureste.

Desde la puesta en valor de las singularidades propias de este territorio, como los cantiles y los afloramientos de yesos, desconocidos para la mayoría de los madrileños, se pretende arrancar del suelo una poética, la flor que nace de lo seco, lo áspero y duro, para generar una idea propia de su belleza, singular fertilidad y riqueza.

Como explicaba Clara Eslava Cabanellas, el proyecto surge de una serie de fracturas que desconectan el territorio. “Cicatrices sociales, ecológicas e infraestructurales que queremos ver desde una mutación poética, en lo árido, y pensar en un nuevo horizonte posibles. Mostramos ensoñaciones que ilusionan porque aún queda un largo camino, pero no son utópicas, sino que pueden convertirse en absolutas concreciones”.

A flor de yeso propone la creación de un centro de investigación, formación y desarrollo de economía circular; una escuela de oficios que, a partir de las yeserías existentes, genere un lugar de formación, conocimiento e innovación; un centro agrológico; e islas de biodiversidad, que proponen un tratamiento forestal diferente y particularizado para aquellas zonas con fuerte presencia de vertidos descontrolados o antiguos vertederos, potenciándose de forma general su regeneración vegetal.

Los retos principales pasan por lograr la continuidad del ámbito, por incluir dentro de la vida de la ciudad espacios naturales como el Arroyo de los Migueles o el Cerro de la Herradura, así como los suelos no urbanizables en torno a Valdemingómez.

Habrá sendas ciclistas y peatonales. Se crearán charcas para su colonización por anfibios en la zona del arroyo de Los Migueles y pilones encastrados en el barranco.

Manantial Sur

El ámbito de este proyecto es la cuenca sur del Manzanares y su topografía, que han sido utilizadas como una de las principales vías de entrada de las grandes infraestructuras de movilidad de la ciudad de Madrid y, en su condición de “desagüe”, como ubicación ideal para las estaciones depuradoras. Los ganadores de este lote, Alday Jover Arquitectos S.L.P, expertos en la gestión del agua en grandes espacios públicos, hacen una propuesta para cambiar la perspectiva de estas instalaciones. 

El gran recurso es el agua de las ‘depuradoras de Madrid Sur’, que el equipo entiende como grandes manantiales de los que depende este desarrollo paisajístico. Según el arquitecto Jesús Arcos Cordón, hay que cambiar la percepción de las depuradoras como problema ya que integradas en la ciudad pueden convertirse en motores ecológicos y sociales. “La depuradora de La China, por ejemplo, albergaría un posible museo”

Manantial Sur habla de dos tipos de reservorios para acumular agua para los periodos estivales: los humedales y las balsas.

En cuanto a la movilidad, se estructura mediante la jerarquización de los caminos y cañadas existentes –“que queremos recuperar como ejes cívico-culturales”- y la implantación de otros nuevos para su conexión, con dos ejes principales: la continuidad del camino longitudinal del Bosque Metropolitano a través del pinar que acompaña a la M-45y las conexiones históricas de las cañadas que acompañan el Arroyo de la Gavia hasta Vallecas; y el paseo fluvial del Manzanares, al que se le da continuidad por ambas márgenes del río desde el Parque lineal existente hasta el Parque agro-fluvial del Manzanares-Jarama.

“En los recorridos incluiremos espacios de transición, como la casa del agricultor. Contemplamos una secuencia de hábitats muy diversos, adaptados a las condiciones de cada suelo y los recursos disponibles. Incluimos la variable tiempo en la evolución del Bosque. Algunas partes crecerán muy rápido y otras no tanto”, añadía Arcos.

Del Manzanares al Guadarrama

La propuesta elaborada por Rubio Arquitectura S.L.P. y explicada por su director, Carlos Rubio Carvajal, actúa sobre el suroeste. Se trata de un territorio de doble vertiente donde convergen las frondosas y verdes estructuras naturales de la sierra de Madrid con los secos llanos del sureste de la Comunidad. Es un lugar idóneo sobre el que estructurar un amplio corredor verde que conecte el Manzanares con el Guadarrama y a Madrid con su Sierra.

El objetivo es proteger los cauces fluviales que actúan como corredores ecológicos, fomentando el movimiento de especies animales, la dispersión de semillas y la biodiversidad. Se basa en tres grandes estrategias:

Las operaciones de campo, para recuperar la memoria del entorno perdido de la dehesa de los Carabancheles.

La estrategia ‘polinizando Cuatro Vientos’, que convertirá el área de Cuatro Vientos y la M40 en un entorno fértil.

Fabricando el bosque: busca la reconversión industrial del anillo de Villaverde actuando también en el parque fluvial de Butarque.

La movilidad tiene el objeto de ampliar el anillo verde ciclista de Madrid al área metropolitana. Conseguirá conectar los cursos del Manzanares y el Guadarrama. Para ello se crearán dos grandes arcos ciclistas: el arco de Butarque y el Arco Guadarrama. La continuidad se realizará a través de ecoductos.

En cuanto a los equipamientos que permitirán consolidar los objetivos de cada área destacan el vivero forestal que dará soporte a la lenta recuperación del entorno de la Dehesa de los Carabancheles; un centro agroecológico; y el tercero y más relevante es la recuperación de la fábrica de Arcelor, que albergará el Centro de Restauración Ambiental de Madrid, un centro para la monitorización y gestión del Bosque Metropolitano y un impulso para la transición ecológica efectiva.

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