Brasil coronavirus

El coronavirus tiene en vilo al mundo entero. En Brasil, donde hasta este lunes había 25 casos confirmados, un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP) ha logrado aislar y cultivar en el laboratorio el coronavirus SARS-CoV-2, obtenido de los primeros dos pacientes brasileños diagnosticados con la enfermedad en el Hospital Israelita Albert Einstein.

El virus Covid-19 será distribuido a grupos de investigación y laboratorios clínicos públicos y privados en todo el país con el objetivo de llevar a cabo pruebas de diagnóstico y estudiar cómo se causa y propaga la enfermedad. “La disponibilidad de muestras de este virus cultivadas en células permitirá a los laboratorios clínicos tener controles positivos para validar las pruebas de diagnóstico, a fin de garantizar que realmente funcionen”, ha asegurado a la Agencia Fapesp Edison Luiz Durigon, profesor de ICB-USP y coordinador del proyecto.

La falta de muestras de este virus para ser utilizadas como controles positivos fue uno de los factores que limitó el diagnóstico de la enfermedad en Brasil, según el investigador. Al comienzo del brote en el país, las muestras de virus se importaban de Europa y Estados Unidos, a un costo de entre 12.000 y 14.000 reales (2.200 y 2.600 euros). 

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En la red pública, cuatro laboratorios nacionales de referencia realizan actualmente las pruebas: Instituto Aldofo Lutz, en São Paulo; Instituto Evandro Chagas, en Pará; Fiocruz, en Río de Janeiro; y el Laboratorio Central de Goiás, que fue entrenado para realizar el examen específico de coronavirus de brasileños repatriados desde China.

La primera prueba ha sido realizada por los hospitales de referencia en cada estado y el material recolectado se envía a uno de estos cuatro laboratorios para su control. “Los virus que pudimos cultivar en el laboratorio podrían usarse en un kit de diagnóstico que el Ministerio de Salud distribuirá a los Laboratorios Centrales de Salud Pública (Lacens) en todo el país. Con eso, todos los estados podrán llevar a cabo el diagnóstico”, ha afirmado Durigon.

El ácido nucleico de las muestras se extraerá y utilizará como control positivo en un examen basado en la técnica conocida como PCR (reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real). Esta técnica permite amplificar el genoma del virus en una muestra clínica, aumentado el número de copias del ARN del coronavirus en millones. De esta manera, es posible detectarlo y cuantificarlo en una muestra clínica.

Los investigadores también tienen la intención de desarrollar otras pruebas de diagnóstico basadas en otras técnicas más accesibles, como el análisis de inmunofluorescencia, un método que permite la visualización de antígenos en una muestra mediante tintes fluorescentes.

Tecnología para secuenciar el coronavirus en 48 horas

Dos días después de que se confirmara el primer caso de coronavirus en América Latina, en São Paulo, investigadores del Instituto Adolfo Lutz y de la USP y de Oxford (Reino Unido), publicaron la secuencia completo del genoma viral.

Los datos fueron publicados en Virological.org el viernes 28 de febrero, un foro para el debate y el intercambio de datos entre virólogos, epidemiólogos y especialistas en salud pública. Además de ayudar a comprender cómo se está propagando el virus en todo el mundo, este tipo de información es útil para el desarrollo de vacunas y pruebas de diagnóstico.

“Al secuenciar el genoma del virus, estamos más cerca de conocer el origen de la epidemia. Sabemos que el único caso confirmado en Brasil provino de Italia, sin embargo, los italianos aún no conocen el origen del brote en la región de Lombardía, ya que aún no han secuenciado sus muestras. No tienen idea de quién es el paciente cero y no saben si vino directamente de China o se fue a otro país antes”, dijo hace unos días Ester Sabino, director del Instituto de Medicina Tropical (IMT) de la USP.

La secuencia brasileña es muy similar a la de las muestras secuenciadas en Alemania el 28 de enero y presenta diferencias en relación con el genoma observado en Wuhan, el epicentro de la epidemia en China. “Este es un virus que sufre pocas mutaciones, en promedio una por mes. Por esta razón, no tiene sentido secuenciar pequeñas secciones del genoma. Para comprender cómo se produce la propagación y cómo evoluciona el virus, es necesario mapear el genoma completo”, añadió.

El monitoreo permite identificar las regiones del genoma viral que sufren las menores mutaciones, algo esencial para el desarrollo de vacunas y pruebas de diagnóstico. “Si la prueba apunta a una región que cambia con frecuencia, la posibilidad de pérdida de sensibilidad es grande”, aseguró.

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