La pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba la infraestructura digital de América Latina. Las redes de la región se han visto afectadas por el aumento exponencial del tráfico. La migración masiva al teletrabajo —que para una gran parte de la población es imposible— está saturando la capacidad de los enrutadores WI-FI en los hogares, debido a un aumento de trabajo en la nube (con un incremento del 80 % del tráfico de subida) y las videoconferencias.
En marzo, Chile experimentó una disminución de la velocidad de banda ancha fija (-3 %), así como Ecuador (-19,6%). Al mismo tiempo estos y otros países tuvieron un incremento de la latencia: Brasil (11,7%), Chile (19%), Ecuador (11,8%) y México (7,4%), según datos de Ookla/Speedtest.
Además, el 32 % de la población de la región sigue estando marginalizada en el uso de internet, según las últimas cifras del Observatorio del Ecosistema Digital de CAF. Esta situación excluye a un sector de la posibilidad de acceder a servicios como información, atención sanitaria, descargar contenidos educativos para hacer los deberes o adquirir objetos de primera necesidad de manera electrónica.
La brecha digital en la región se agrava debido a que el uso de internet en la mayoría de los hogares se limita a herramientas de comunicación y redes sociales. El índice compuesto de resiliencia digital del hogar (calculado sobre el uso de internet para bajar apps de salud, educativas, realizar operaciones de comercio electrónico y el uso de fintech) muestra que el promedio ponderado latinoamericano es de 30,70 (en una escala de 1 a 100), mientras que en los países de la OCDE es de 53,78, de acuerdo con el estudio “El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19”, publicado hace unos días por CAF.
“El propósito de este trabajo es evaluar cómo está América Latina posicionada y cómo la digitalización puede jugar un papel fundamental para mitigar los efectos de la pandemia. En efecto, el análisis del impacto econométrico del virus SARS-CoV en 2003 demostró que los países con una infraestructura de conectividad desarrollada pudieron mitigar en un 75 % las pérdidas económicas asociadas con la pandemia”, ha asegurado Mauricio Agudelo, coordinador de la Agenda Digital CAF y del Observatorio CAF para el Ecosistema Digital.
A partir de este estudio, CAF hace algunas recomendaciones para tener mejores respuestas frente a la pandemia y destaca la importancia de que los gobiernos, el sector privado, y la sociedad civil latinoamericana “conformen un acuerdo de colaboración y trabajo conjunto que permita en el muy corto plazo identificar aquellas áreas de trabajo para mejorar el desempeño de ciertos componentes del ecosistema digital”, ha añadido Agudelo.
Un ecosistema digital dispar
El porcentaje de compañías con acceso a internet excede en todos los países de la región el 85 %, según el estudio, y el porcentaje de los países que usan banca electrónica es desigual. En Perú es de 34,2 % y en Colombia de 95,39%, por mencionar algunos ejemplos. El porcentaje de los países que adquieren insumos vía internet también varía también mucho entre unos y otros. En Perú es del 15,2 % y en Brasil de 66 %.
Asimismo, los desafíos son críticos en la incorporación de las tecnologías disruptivas que facilitan la inteligencia, autonomía, la computación en la nube y los análisis de grandes volúmenes de información, entre otros.
“Las falencias en la cadena de aprovisionamiento se agravan cuando se analiza las debilidades de diferentes actores de la cadena logística, por ejemplo, baja digitalización del transporte terrestre, falta de estándares comunes para la comunicación interorganizacional, entre otros. Esto representa una debilidad importante para afrontar las disrupciones en la cadena de aprovisionamiento ocasionadas por la pandemia”, ha señalado Agudelo.