Las zonas rurales cubren alrededor del 80 % del territorio de la Unión Europea y albergan el 30 % de su población, 137 millones de personas. Desde Bruselas consideran que las economías de base biológica pueden desempañar un papel fundamental en la revitalización de estas regiones mediante un desarrollo económico y social sostenible. En este contexto nace el proyecto BRILIAN, que convierte a los productores primarios en agentes activos de la cadena de suministro. Este rol protagonista del productor en la transición a una nueva economía está alineado con los objetivos de Europa recogidos en la Política Agraria Común (PAC), el Pacto Verde y la Estrategia de Bioeconomía.
En el proyecto BRILIAN -cofinanciado por la iniciativa Circular Bio-Based Europe (CBE) dentro del programa Horizonte Europa 2021-2027- están implicadas trece entidades (empresas, organismos de investigación, clústeres y asociaciones) de seis países diferentes. El objetivo final del proyecto es expandir el modelo de negocio de las agroindustrias y aprovechar todo su potencial. Durante los próximos cuatro años, BRILIAN trabajará con diez cadenas de valor bio-basadas.
Diversificar la producción
Cártamo y girasol en Italia, patata en España y colza en Dinamarca, son las materias primas de las que parte la iniciativa para el desarrollo de productos de alto valor añadido. Los productores primarios tendrán en su mano diversificar sus fuentes de ingresos y ganar en estabilidad con la entrada en su día a día de bioplásticos, biolubricantes, proteínas, bioadhesivos, bioherbicidas o productos destinados a la alimentación animal y a la cosmética.
Como explica a Innovaspain Maider Gómez, Project Manager en CIRCE-Centro Tecnológico y coordinadora del proyecto BRILIAN, el desarrollo de la bioeconomía es “una oportunidad y una necesidad” tanto para productores como para la sociedad en general. En un nuevo escenario que estará “en constante evolución”, Gómez aboga por la necesidad de poner el foco en la transferencia eficiente del conocimiento técnico. Considera que otras posibles dificultades para que el proyecto avance pueden están ligadas a la disponibilidad de recursos financieros, al desarrollo de una cultura organizativa o a la capacidad de gestión del cambio.
En el lado positivo, la coordinadora de BRILIAN destaca que el sector primario ha demostrado una capacidad de adaptación importante. “Su voluntad es formar parte del cambio y luchar contra retos como el cambio climático o el agotamiento de los recursos”. Maider Gómez admite que el cambio de modelo de negocio no es sencillo al estar enfocado a sectores y mercados no habituales para estos productores. “Por ello es fundamental el desarrollo de medidas, estrategias y herramientas que apoyen la transición”.
BRILIAN trabajará en la validación de distintas acciones en tres pilotos. “De este modo, mostraremos a los productores casos de éxito, buenas prácticas y estrategias; todo ello con la flexibilidad suficiente para que puedan adaptarlas en las explotaciones agrarias de sus regiones”.
Patata española
La patata es el cultivo elegido en España como parte de BRILIAN por distintas razones. “Su resistencia y adaptabilidad son altas. La patata puede crecer en una amplia variedad de suelos y condiciones climáticas. Nos ofrece además un rendimiento más elevado que otros cultivos, lo que podría contribuir a mejorar la seguridad alimentaria”, indica Gómez.
PATURPAT (UDAPA) es la empresa española seleccionada para llevar a cabo el procesado de la patata. “Su espíritu innovador y comprometido ha llevado a la compañía a buscar soluciones para minimizar los rechazos y mejorar la sostenibilidad y circularidad del proceso”.
Las peladuras de patata, los rechazos y efluentes, incluyen un alto contenido de almidón que será valorizado. Si todo va bien, servirá como materia prima para la producción bioplásticos, alimentación animal o componentes dirigidos a la industria cosmética.
Sin salir del país, el clúster alimentario del Valle del Ebro, food+i también tendrá un papel relevante en BRILIAN. "No solo se trata de generar resultados durante el proyecto, sino de trasladarlos con un mensaje claro y contundente a todos los agentes clave o que puedan tener un rol en la promoción de las cadenas de valor bio-basadas que tratamos de promover en la iniciativa", asegura Maider Gómez.
En este sentido, la coordinadora del proyecto indica que la labor de food+i trasciende la esfera de la mera comunicación de acciones. "El clúster adquiere una dimensión estratégica en la difusión y promoción de los resultados y el impacto de BRILIAN orientados hacia un futuro circular para las áreas rurales de la UE".