British School of Barcelona: educación británica en el corazón de la ciudad condal

Con alumnos matriculados de más de 60 nacionalidades, la escuela aúna el equilibrio de impartir una formación equilibrada en conocimientos y aptitudes
El director de la British School of Barcelona, Jon Locke, junto a dos de sus alumnos.

La British School of Barcelona (BSB) tiene una particularidad evidente que la diferencia del resto. Se rige por un currículo académico puramente británico. Es decir: “Nuestros alumnos cuentan con un equilibro adecuado de destrezas y conocimientos”, según señala el director de esta escuela, Jon Locke. Otro de los rasgos que se identifican con las cifras sobre la mesa es su multiculturalidad: son 1.548 alumnos procedentes de 60 países.

El formar más allá de los conocimientos a los escolares es una premisa en la BSB. Como escuela, prepara a sus alumnos para sus siguientes pasos en la carrera académica. “Esto es la base que garantiza que nuestros alumnos estén preparados para cursar sus estudios universitarios en las mejores instituciones del mundo”, argumenta Locke. Aptitudes como la creatividad o la curiosidad intelectual son rasgos que su director se preocupa por inculcar en el alumnado.

Los alrededor de 60 años de vida de la institución, vinculada al grupo educativo británico Cognita, han ido puliendo esos objetivos. Otra de las preocupaciones, que se ha acentuado más si cabe en el contexto de pandemia, ha sido el seguimiento de los escolares. En ese sentido, Locke menciona al “equipo de profesionales” de la escuela que “vela por la salud emocional y el bienestar del alumnado”. Para ello, la BSB cuenta con un programa integral de soporte y orientación, además de una asistencia individualizada.  

Los resultados se reflejan en el perfil del alumno que describe Locke: “autosuficiente, capaz de resolver problemas, trabajar en equipo, demostrar resiliencia y ser creativo”. Y habilidoso en términos tecnológicos. El programa de estrategia digital implantado por la BSB suministró a cada alumno un dispositivo personal (iPad o portátil) con el fin de utilizar la tecnología “de forma eficiente” para su aprendizaje.

“Sabemos que la fluidez tecnológica es una habilidad imprescindible para el futuro, por lo que es un área en constante evolución y desarrollo”, reconoce Locke.

Los alumnos reciben una educación basada en el currículo británico.

Los antídotos frente a la pandemia: cercanía y formación continua

Si bien la formación no se ha detenido, ha obligado a la BSB a destinar sus esfuerzos en el plano emocional. Su director menciona al “servicio de acompañamiento emocional” centrado en el alumnado y el personal del centro. Ante experiencias difíciles derivadas del coronavirus, se habilitó un “soporte personalizado”. En otras palabras, se hizo seguimiento individual continuado, con charlas y cafés virtuales, concursos y competiciones deportivas online. “Sabemos que sirvieron de gran ayuda a muchas familias”, se enorgullece Locke.

Las puertas del colegio reabrieron en septiembre. Desde entonces, cada semana el equipo de pastoral organiza sesiones con los alumnos donde analizan cuestiones como la salud mental, el duelo o cómo afrontar el cambio. “También pusimos en marcha un programa piloto de seguimiento del bienestar emocional”, desgrana.

Porque esta pandemia ha cambiado las vidas de todos. “Muchos han sufrido dificultades o pérdidas y no creo que debamos subestimar el posible impacto a largo plazo que esto puede llegar a tener en los jóvenes”.

A pesar de las dificultades, la BSB no se frenó. Se reinventó a través una metodología de aprendizaje continuado a todos los alumnos. Se traduce en una formación íntegramente online para los alumnos de mayor edad – “algo complejo para el profesorado al principio”, agrega – mientras que para los de menor edad, en cuanto fue posible, se implantó un sistema híbrido. “En estos momentos ofrecemos una combinación de clases en directo junto con actividades offline que los alumnos pueden llevar a cabo con la ayuda de sus familias. Sin duda, el apoyo de las familias ha sido de especial importancia para los alumnos más pequeños, y por eso hemos organizado una serie de webinarios de apoyo para padres y madres”.

Cognita Connect: la app que conecta a las familias con el colegio

Cercanía ante todo. Es por ello que el centro fomenta la relación estrecha entre alumnos y profesores. Los segundos saben, afirma Locke, “la confianza que los padres les otorgan”. Todo ello en un ambiente exigente: se desafía a los escolares a que alcancen sus “máximas aspiraciones personales”. Ya como adultos “con confianza”, los jóvenes formados en la BSB podrán enfrentarse a un mundo “cada vez más incierto”.

Cognita Connect es una app que se utiliza desde dispositivos y mejora la comunicación entre la BSB y los padres y madres.

Mientras tanto, la tecnología se vuelve un aliado que cubre cada vez más facetas de la vida en el centro. El pasado 9 de febrero, el BSB implementó Cognita Connect, un portal seguro para familias en formato de aplicación móvil y navegador web. Esta nueva herramienta digital mejora la experiencia de comunicación y ofrece mayor cercanía con los padres y madres. Se convierte  en un único punto de acceso permanente a noticias e información personalizadas sobre la vida escolar y la actividad académica de sus hijos.

BSB City: formación británica en todas las etapas educativas

“Siempre podemos mejorar lo que hacemos, especialmente en el aula”. Locke recuerda el lema que identifica a la institución que seguirá creciendo: “inauguraremos un nuevo campus en el corazón de Barcelona”, anuncia Locke.

Habla de BSB City: escuelas y campus para abarcar todas las etapas educativas. Ya hay dos campus, ubicados en Sitges y Castelldefels. Pero el “reto”, como lo describe, de este nuevo proyecto “es muy emocionante”. Aunque no olvida que el principal foco está puesto en “ofrecer una educación excelente a nuestros alumnos actuales”.

Por ello, también resalta la importancia de un profesorado competente. “Dedicamos mucho tiempo al desarrollo profesional de nuestro personal, centrándonos en acciones basadas en investigaciones y teorías”. Desde seguir indagando sobre pedagogía y “el arte de la enseñanza”, hasta desarrollar un “programa de liderazgo interno” para toda la comunidad educativa. Este último se extenderá por la red de colegios de Cognita en España, adelanta Locke.

Tras más de 25 años vinculado a la educación, y como docente en algunos “grandes colegios” del Reino Unido, Locke emprendió la nueva etapa barcelonesa. “Un privilegio, pero también un desafío”, reconoce. Al contexto de pandemia se suma además el complicado camino para los británicos a causa del Brexit, que desde el 1 de enero de este año ya ha desvinculado completamente al estado de la Unión Europea.

“Me siento orgulloso de que, a pesar de la cantidad de cambios e interrupciones, sin precedentes, que han tenido lugar durante este año, en BSB hemos continuado creciendo y mejorando, sin dejar de avanzar en todo momento”.

No obstante, Locke no se desanima. “Soy consciente de que aún no estamos a salvo de la Covid, pero miro al futuro con optimismo, a poder invitar de nuevo a las familias a venir al colegio y que regresemos a una mayor normalidad”.

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