El Barcelona Supercomputing Center (BSC) ha coordinado la creación del primer chip de código abierto de España. Se trata de Lagarto, un chip construido con transistores de 65 nanómetros, y representa la intención del centro de convertirse “en referente en las tecnologías de hardware de código abierto desarrolladas en Europa”.
El desarrollo de Lagarto ha dado unos resultados superiores a los esperados. Según Miquel Moretó, coordinador del proyecto, “lo habitual es tener que fabricar un chip varias veces antes de que funcione correctamente. En el caso de Lagarto, no solo ha funcionado a la primera, sino que es capaz de ejecutar correctamente aplicaciones de cálculo numérico”.
“Lagarto –ha declarado Mateo Valero, director del BSC– es el primer chip con ISA de código abierto desarrollado en España y es un embrión de lo que el BSC pretende que sea el procesador europeo. El objetivo del proyecto era demostrar que el BSC, que está apostando firmemente por el desarrollo de un procesador ‘made in Europe’, es capaz de crear estas tecnologías y lo hemos logrado con éxito”.
El objetivo es que “el repertorio de instrucciones de los futuros procesadores debe ser de código abierto para garantizar su transparencia y minimizar la dependencia”. Los ISA –como el chip Lagarto– constituyen “el conjunto básico de instrucciones de lenguaje máquina que un procesador puede entender y ejecutar y es, por lo tanto, el punto de encuentro entre el software y el hardware. El hecho de que estén abiertos pretende sortear la posibilidad de que los chips incorporen puertas traseras o instrucciones que puedan ser perjudiciales para la seguridad o la privacidad de los usuarios”.
El diseño inicial de Lagarto es del Centro de Investigación en Computación del IPN mexicano y, partiendo de un diseño inicial académico, un equipo de 30 investigadores del propio IPN, el BSC, el Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC (CNM) y los Departamentos de Arquitectura de Computadores (DAC) y de Ingeniería Electrónica de la UPC han trabajado cerca de dos años para fabricarlo.
Cabe subrayar que los hardware de código abierto son una innovación que, según el BSC, “tiene el potencial de ser tan disruptiva como en su día lo fue Linux, paradigma del software de código abierto. Si Linux consiguió aminorar la dependencia de los usuarios respecto a las grandes firmas proveedoras de programas y aplicaciones informáticas, se vislumbra que el hardware basado en ISAs de código abierto puede hacer lo mismo en su propio terreno”.