Científicamente, todavía no se sabe de forma exacta cuál ha sido el impacto de la crisis provocada por el COVID-19 en la calidad del aire. Por ello, el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) se ha unido al Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC) para calcular la reducción de emisiones durante esta pandemia.
Este proyecto, en el marco del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus (CAMS) –por lo tanto, de la Comisión Europea– “no solo ayudará a cuantificar el impacto de políticas de confinamiento durante la pandemia de la COVID-19 en las emisiones de contaminantes en Europa, sino que también será de gran ayuda para la comunidad científica de modeladores de la calidad del aire”, explica el investigador del departamento de Ciencias de la tierra del BSC –y líder de la iniciativa–, Marc Guevara.
Así, el BSC “proporcionará factores de reducción de emisiones europeos por fecha, sector y país que sean atribuibles a la pandemia de la COVID-19 para que puedan ser usadas para cuantificar la reducción de emisiones primarias europeas tanto para contaminantes de criterio (NOx, CO , SOx, NMVOC, NH3, PM10 y PM2.5) como de gases de efecto invernadero (CO2 y CH4)”.
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De hecho, para poder llevarlo a cabo, el BSC “recopilará, analizará y combinará datos de actividad observados en tiempo casi real”, procedentes de múltiples fuentes de información, con información meteorológica y técnicas de inteligencia artificial. Lo que resulte de esta colaboración será lo que dé soporte a todas las aplicaciones de modelización de emisiones y calidad del aire dentro de la propia CAMS, “incluyendo el servicio de información europea sobre la calidad del aire en apoyo de la crisis COVID-19″, especifican.
Cabe recordar que el BSC mantiene diversas colaboraciones con el ECMWF y los Servicios de Copernicus. Por ejemplo, desde 2018, el ECMWF y el BSC tienen un acuerdo por el cual el centro es el responsable del control de calidad del almacenamiento de datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S). “Se trata del mayor repositorio mundial de datos climáticos totalmente público”.
Por otro lado, el departamento de Ciencias de la Tierra del BSC también participa como subcontratista en varios servicios CAMS, incluidos: “el Desarrollo de aspectos globales de aerosoles, producción regional, desarrollo de modelos regionales de calidad del aire y aspectos de asimilación de datos, emisiones globales y regionales, evaluación a posteriori global y regional y control de calidad y casos de uso”. Además, ambas colaboran en el desarrollo del modelo de predicción meteorológica de Copernicus.
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Por último, desde el propio BSC destacan que, durante las últimas semanas, han colaborado con el Gobierno de España en la preparación de la candidatura para que Barcelona albergue la tercera sede de la ECMWF. La sede central se encuentra en Reading (Reino Unido) y su centro de datos se encuentra en Bolonia (Italia). La decisión sobre la selección de la ubicación de la tercera instalación será tomada por el Consejo de la ECMWF en diciembre de este año.
Sobre esto, Francisco J. Doblas-Reyes, director del departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, ha declarado que «el establecimiento de la tercera sede del ECMWF en Barcelona supondría una oportunidad única para las instituciones y compañías que trabajan en la solución de problemas medioambientales, tanto a nivel local como internacional. La presencia de ECMWF en España puede ser el elemento clave para que la comunidad investigadora en servicios ambientales dé un salto de cantidad y calidad para responder a los retos socioeconómicos que plantea el Pacto Verde. El BSC, con sus excelentes vínculos de desarrollo conjunto con ECMWF en múltiples aspectos, contribuirá a la elaboración de la propuesta española”.