El Barcelona Supercomputing Center (BSC) ha creado un estudio en el que demuestra que la Inteligencia artificial, así lo aseguran, “puede ser de gran utilidad” para obtener datos fiables sobre la probabilidad de exceder los límites legales de contaminación atmosféricas en zonas urbanas. Esto es, que donde la simulación no llega, llega la inteligencia de las máquinas. El objetivo: mejorar la gestión del aire.
Jan Mateu, líder del equipo de Servicios de Calidad del Aire del BSC y uno de los principales autores del estudio, lo explica en un vídeo proporcionado por la institución. “La nueva metodología que hemos desarrollado combina el modelo de calidad del aire urbano calle por calle, que se llama Caliope-Urban, con datos diversos de la ciudad utilizando aprendizaje de máquinas o inteligencia artificial».
De esta manera, indica, a medida que van recogiendo datos son capaces de ir mejorando el modelo, “ya que allí donde no llega el modelo, para explicar la distribución espacial de la contaminación, con el aprendizaje de máquinas somos capaces de corregir y mejorar esta predicción”.
Por otro lado, otro avance, más allá del papel de la Inteligencia artificial, es el del machine learning, ya que aporta datos observacionales obtenidos con dosímetros pasivos de años anteriores. “Es así como se reducen las incertidumbres inherentes asociadas a los modelos de calidad del aire debido a la baja densidad de las estaciones de control”.
Barcelona como ejemplo
La fase piloto de este estudio, publicado en la revista Geoscientific Model Development, se ha realizado, cómo no, en la misma ciudad condal. Según el BSC, en Barcelona, el distrito con peor calidad del aire es el Eixample, “donde el 95% de su área tiene más del 50% de probabilidad de superar el límite legal de la media anual de NO2 (dióxido de nitrógeno) marcado por la Comisión Europea”.
En el vídeo del BSC también aparece Álvaro Criado, investigador del equipo de Servicios de Calidad del Aire del BSC -y uno de los autores principales del estudio- que explica que el distrito del Eixample, el más poblado de Barcelona, es el área más afectada de la ciudad, ya que la gran mayoría de su superficie tiene más del 50% de probabilidad de superar el límite legal de NO2 anual legislado por la Comisión Europea.
“Gracias a nuestra metodología, la Administración pública podrá diseñar y gestionar políticas que mejoren la calidad del aire en ámbitos urbanos, lo que es especialmente importante porque la contaminación atmosférica es el principal factor de riesgo ambiental para la salud humana”, asegura
La herramienta Caliope-Urban
Pero ¿qué es Caliope-Urban del que habla Mateu? Cabe destacar que Caliope-Urban -desarrollado por el BSC- es “un modelo único” en nuestro país, que lo que permite es crecer la contaminación del aire con resoluciones de hasta diez metros -muy altas, señala-, a distintas alturas y en cualquier punto de la ciudad. Del mismo modo, esta herramienta tiene una extensa base de datos urbanos de estaciones de calidad del aire, además de información de densidad de edificios, geoespacial o variables meteorologías, entre otras.
Así, Caliope-Urban estima la concentración de dióxido de nitrógeno a escala de calle en Barcelona. Aunque destacan: “Yambién podría aplicarse a otras ciudades o áreas metropolitanas”.