Mateo Valero, director del Barcelona Supercomputing Center (BSC), ha participado en el debate 'Supercomputación, una herramienta para la sociedad', donde ha dado ciertos apuntes divulgativos con el objetivo de explicar para qué se necesita esta tecnología. Una tecnología de la que se oye hablar mucho y desde hace mucho tiempo pero que, todavía, es una gran desconocida en cuanto a sus aplicaciones.
“¿Por qué tanta necesidad de cálculo? Fue hace 50 años, en EEUU, por el tema del desarrollo de armas nucleares”, ha explicado en el evento, organizado por la Fundación Ramón Areces. “Necesitaban máquinas que hicieran muchas operaciones sobre matrices”. Y ahí empezó, poco a poco, una tecnología que sirve para otras muchas cosas más allá que para mejorar armas o que, durante muchos años, mantenía los hilos nucleares.
Hoy en día, son máquinas al servicio de la sociedad. Y hay muchas aplicaciones. Una de ellas es la que va a permitir hacer gemelos digitales en temas en los que era “impensable” hacerlo antes. “Antes de hacer un barco se simulan muchas cosas. Antes de hacer un avión, también. Pero hay temas que aun teniendo los computadores que tenemos son grandes retos. Construir estas cosas vale muchos millones. Y no te puedes equivocar”.
Supercomputación para el cambio climático
Una de estas aplicaciones es luchar contra el cambio climático. Y para ello, se creará un gemelo digital llamado Destination Earth. Una herramienta muy importante, el poder simularlo, porque no hay laboratorios que puedan investigar a esos niveles tal problemática.
“Se están haciendo programas de simulación enormes que todavía los computadoers de ahora son pequeños para tener una imagen, un gemelo de la Tierra. Pero para ver a cierto nivel qué influencia se tiene… Se pueden colocar unas fábricas por aquí, fábricas por allá, quitamos árboles de aquí, etcétera”. De hecho, es uno de los grandes proyectos que tiene la comunidad europea y en el cual participa el BSC.
Gemelo digital de seres humanos
En segundo lugar, lo que dicen los médicos, según Valero, es que el objetivo de la medicina del futuro será hacer un gemelo digital de cada uno de nosotros. “Realmente, que exista algo que nos represente. Es el metaverso bueno, por así decirlo, de forma que cualquier avance en la medicina se pueda enseguida comunicar al computador y puedan ver enfermedades, tratarnos, etcétera”, ha asegurado.
“Cuando se habla de gemelo digital, por ejemplo, de uno de nosotros, hay muchos problemas de los que podríamos hablar. Y es que los investigadores necesitan muchos datos”, ha admitido. “Está el tema de la privacidad. Y tengo que decir que gracias a la Carlos III y diversos ministerios hay hospitales en España que están compartiendo datos, como el Clínico, el Doce de Octubre o el Virgen del Rocío en Sevilla”.
Y otros hospitales están metiendo muchos más datos “porque se necesitan”, ha subrayado. Una de las cosas que están haciendo es utilizar el lenguaje natural para descifrar los informes médicos. “¡Qué mala letra tienen!, solemos quejarnos. También es que apuntan símbolos y es muy difícil de entender para los que no sabemos. O cómo se puede conectar todo con la información del genoma con radiografías que nos han hecho… Necesitan mucha información para hacer ese gemelo digital de nosotros. Esto cambiará la medicina”.
Otros usos
En la energía, por ejemplo, la supercomputación tendrá un papel especial. El computador más rápido del mundo, hoy en día, está en Japón. Gasta hasta 30 megavatios. “Unos cuarenta o cincuenta millones de euros al año supongo que valdría eso en España. 33 supercomputadores de estos necesitarían una central nuclear solo para ellos”, ha puesto de ejemplo.
Así, Valero ha admitido que como arquitectos de computadores, el problema fundamental que tienen es cómo reducir el coste energético al fabricarlos y cómo reducir el coste dinámicamente cuando van ejecutando programas, cómo hacer que el programa se pueda ejecutar con la mínima energía.
Y de la energía a otro uso completamente diferente, como es la defensa del español en la red. “Si dejamos que Google y Amazon y todas estas empresas, que han venido aquí a quitarnos el dinero y otras cosas, controlan nuestro idioma decidirán en unos años qué palabras existen y cuáles no, qué frases se pueden hacer o no. Tenemos que defender nuestro idioma. Y, para eso, se necesitan supercomputadores también”, ha apuntado
Por último, entre otras aplicaciones, la supercomputación sirve para la búsqueda de nuevos materiales. Por ejemplo, el BSC ha buscado petróleo para Repsol. “Pasó de ser una empresa que compraba petróleo a buscarlo”.
Valero ha reflexionado que, en fin, la supercomputación tiene cualquier aplicación que se pueda expresar “con una buena física y matemática y que crea que representa el problema que a alguien le interesa investigar. Seguramente un computador de altas prestaciones pueda ayudar a ver si las ideas son comprobables o no para, en función de los resultados, hacer cambiar de idea, y volver a cambiarla. Y, así, avanzar”.