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BYAN: la marca de ropa que nació en la India con diseño y producción española

La arquitecta madrileña Andrea Morangues decidió emprender en el mundo de la moda mientras vivía en Bombay en el año 2018. Hoy en día sus prendas atemporales de edición limitada traspasan fronteras
BYan
Andrea Moragues, fundadora y CEO de Byan.

La inspiración para la creación de BYAN surgió durante la estancia en la India de su fundadora y CEO, Andrea Moragues, quien creó su primera colección en 2018 con telas que ella misma había comprado allí. “Al no poder ejercer como diseñadora de interiores durante tres años, comencé a personalizar muebles para mi hogar y, eventualmente, a diseñar mis propias prendas. Me enamoré de las vibrantes telas y colores de la India, y así creé mi primera chaqueta de brocado en tonos verdes”, cuenta en una entrevista a Innovaspain.

“Recuerdo que cuando llevé mis diseños a una cena de Acción de Gracias, llamaron mucho la atención. La gente en la calle me preguntaba dónde había comprado esas piezas, lo que me animó a considerar la posibilidad de crear una marca. Los comienzos no fueron fáciles, ya que era un sector desconocido para mí y acababa de tener un hijo. Sin embargo, dediqué tiempo a aprender sobre tejidos, diseño de modelos y patronaje”.

Este fue el germen de un proyecto que surgió con financiación totalmente propia, nativa digital y con el foco puesto en la artesanía y la exclusividad. El boca a boca fue crucial y sus americanas comenzaron a extenderse por zonas más exclusivas de Madrid. Tanto es así que su primera colección se lanzó en un mes de octubre a través de su web y en cuestión de semanas ya estaba totalmente agotada. “Consistió en solo tres blazers, fabricados inicialmente en India, pero siempre manteniendo la producción en España, garantizando la mejor calidad y un proceso de producción responsable”.

Proceso de producción responsable y ético

Detrás del éxito BYAN está Andrea, involucrada en cada detalle, desde el diseño de los modelos y la elección de las telas hasta la atención al cliente en redes sociales. De hecho, el nombre de la marca lo refleja: BYAN significa «hecho por An». Sin embargo, aunque comenzó este proyecto de manera personal, a día de hoy cuenta con un equipo que contribuye al éxito de la marca. “Su esfuerzo y dedicación son fundamentales para que sigamos creciendo. Sin duda, este es un trabajo en equipo que estamos orgullosos de compartir”.

La filosofía de su fundadora y la de todas personas que forman parte del proyecto se basa en la autenticidad y la calidad. “Creemos en la moda atemporal, por lo que todas nuestras piezas son elaboradas en España con un enfoque centrado en el slow fashion. Nos comprometemos a crear prendas únicas y de alta calidad que trasciendan las tendencias. Valoramos la exclusividad, por lo que producimos en unidades limitadas, asegurando que cada cliente se sienta especial al llevar una prenda. Además, apoyamos el comercio local y trabajamos en estrecha colaboración con nuestros talleres para garantizar un proceso de producción responsable y ético”.

“Hay un creciente número de creadores jóvenes que están llevando la moda española al mundo”

Teniendo claras estas premisas, la marca ha duplicado facturación año tras año desde su creación, apostando por la internacionalización. Un proceso que ha sido “gradual y muy cuidadoso”, explica. “Nos sentimos orgullosos de que hoy en día un 40% de nuestros pedidos provengan de fuera de España. Este crecimiento ha sido orgánico, impulsado por el interés genuino que estamos generando en mercados internacionales”. Actualmente, cuentan con puntos de venta selectos, como Le Bon Marché, y su objetivo es seguir creciendo de esta forma, manteniendo la esencia de la marca. “Queremos seguir expandiendo nuestra huella en el mercado internacional, asegurándonos de que cada nuevo paso esté alineado con nuestros valores y estándares”.

Desde su experiencia internacional, Andrea nos cuenta cómo se percibe la moda española desde fuera. “Es un símbolo de calidad y creatividad”, explica. “Además, es un orgullo tener a grandes diseñadores y un creciente número de jóvenes creadores que están llevando la moda española al mundo. Además, muchas prendas que antes se producían en el extranjero ahora se fabrican en España, lo que refleja un retorno hacia la confección de calidad y responsable”.