Mapas inteligentes para prevenir incendios. O, como lo definen desde el Cabildo de Gran Canaria, “un sistema táctico y operativo de prevención”. Esta es la nueva herramienta, desarrollada por Tecnosylva, para poderse anticipar a posibles incendios y ser más rápidos para atajar estas catástrofes que están asolando los bosques españoles.
Gonzalo Gutiérrez, ingeniero de Telecomunicaciones del Centro de coordinación operativa insular (Cecopin), de la consejería de Gobierno de Medio Ambiente del Cabildo, explica que este proyecto surge de la necesidad de poder contar con una herramienta que permita valorar de forma temprana como puede progresar un incendio forestal.
“Había experiencia de nuestros técnicos con simuladores, pero nunca había sido totalmente satisfactoria. Eran simuladores lentos, tenían diferentes problemas que no llegaban a resolver del todo lo que queríamos. De hecho, a veces eran más lentos que el propio incendio”, afirma.
De ahí que buscaran una herramienta rápida y realista que fuese eficiente, que fuese visual y que les diera la mayor cantidad de información posible para que los técnicos les diesen una valoración de los incidentes. “Empezamos a buscar, vimos que Tecnosylva por su experiencia en EEUU, podía encajar en lo que necesitamos. Lograron la licitación y comprobamos que era una solución muy potente”, admite Gutiérrez.
Cómo funciona
Básicamente, el sistema está enganchando al sistema térmico canario, que pertenece a la iniciativa Gran Canaria Inteligente. Así, en cuanto se detecta un poco de calor, ya se plantea un escenario que habrá que corregir y valorar, pero se adelanta a la necesidad, “que es lo importante. El sistema funciona de manera automática, se ejecuta por una serie de disparadores que lanzan una ubicación de un lugar que ya tienen mapeado, el foco de calor antes mencionado o un incidente que venga de fuera y plantea un escenario con las condiciones a ocho horas vistas. “Otra posibilidad es que nosotros planteamos un punto, unas restricciones y nos da la información”.
El simulador, además, funciona como una herramienta en red. “Funciona en cualquier lugar dentro de nuestra red de comunicaciones y puede ir acompañado de una mesa de simulación que nos permite proyectarlo. Al ser un cajón de arena, el resultado que nos muestra es más plástico, más asequible a la vista”, ilustra. Es un mecanismo que, como respuesta al usuario analista no tiene tanto valor, pero para personas que no tienen tanto conocimiento resulta más fácil explicar la evolución, o la posible evolución, de los incendios.
“No queremos utilizarlo nunca”
La herramienta ya ha sido testeada en algunos pequeños conatos, aunque no han tenido incendios importantes este año. “No la hemos estrenado, ni queremos, a gran escala. No queremos utilizarla nunca. Eso sí, hemos hecho dos cosas: probarla en dos conatos que se corrigieron rápidamente ya que es una herramienta compleja y necesita sus reajustes. Vimos que sus resultados pueden sobrevalorar ciertas cosas y hay que reajustar”, explica.
Según Gutiérrez, hay que saber analizar las simulaciones, corregirlas y se necesita un experto detrás para que sea coherente con la realidad. “Va por varias fuentes de la propia comunidad, una variabilidad que es susceptible de ciertos reajustes que precisamos. A veces nos interesa no tener en cuenta el modelo de previsión, o tenemos en cuenta otros factores”.
Por otro lado, junto con los dos conatos de incendio también han hecho pruebas con incendios antiguos, como los de 2017 o 2019. Se han simulado, haciendo correcciones oportunas para ver qué paso con la meteorología en aquel momento. “La solución funciona sin saber que nosotros le hemos metido los parámetros, hay que irla adaptando. No es tan sencillo como ejecutar y ya está”.
Por ello han simulado los incendios más importantes de los últimos años y han obtenido unos resultados “muy satisfactorios” que se han aplicado a la realidad. “Nos podemos montar una estrategia con esta herramienta. Por eso lo llamamos ‘táctico operativo’: porque es una base, un punto inicial con el que luego desarrollamos cómo se va a proceder. Y planteamos cómo podemos atacar ese incidente”, indica.
El papel del Cabildo de Gran Canaria
La herramienta, aunque está desarrollada por Tecnosylva con la tecnología ArcGIS de Esri, cuenta con sus propias personalizaciones. “Hay un feedback una colaboración excelente con ellos, porque queremos hacer mejoras y este retorno es muy receptivo. Hemos hecho reajustes, ideas, pequeños y no tan pequeños cambios que se han ejecutado ya para mejorar la interactividad con la herramienta. Hay que irla corrigiendo”, subraya Gutiérrez.
Del mismo modo, necesita un modelo de combustible que ha tenido que actualizarse, así como otros ajustes y personalizaciones para cubrir los sistemas de vigilancia forestal del Cabildo, la integración con su sistema de gestión para recibir las alarmas… En definitiva, que se han hecho adaptaciones “importantes” mano a mano con Tecnosylva.
“Esperamos no tener que utilizarlo nunca. Hacemos valoraciones puntuales, predecimos estos conatos de los que hablaba… pero, sinceramente, no queremos tener que utilizarlo”.