«Habíamos visto algo similar en el extranjero pero en España no existía. Es algo completamente novedoso y pionero». Tras confirmar que «funciona como un reloj», Miquel Martí, CEO de Barcelona Tech City, celebra la llegada al Pier 01 del hub catalán del primer prototipo de cabina de reuniones tecnológica por horas. Creado por Napbox, startup española dedicada al diseño y la comercialización de cabinas inteligentes para el descanso en aeropuertos, en colaboración con Byhours, empresa internacional que permite la reserva de microestancias en más de 3.000 hoteles en 25 países de tres continentes, el nuevo ‘One2One’ es un espacio privado e interactivo que se puede reservar por horas y que permite a las empresas aprovechar espacios muertos en sus oficinas.
Lo que inicialmente fue un producto concebido para el descanso –Napbox significa ‘caja para la siesta’– ha evolucionado en un lugar que satisface una demanda que para Martí «suele faltar en los hubs de emprendimiento y espacios nuevos de trabajo»: la privacidad. La cabina, de 4 metros cuadrados, insonorizada, acondicionada y equipada con pantalla y cámara para videoconferencias, se ha instalado este último mes y se encuentra disponible gratuitamente para los coworkers del Pier 01 de Barcelona Tech City.
«Si algo queríamos cuando creamos Barcelona Tech City es que fuese un laboratorio de pruebas para los proyectos más disruptivos de la ciudad –aquí también está instalado el Payment Innovation Hub –. Napbox es un ejemplo de ello», confirma Martí, que pone también como La reserva de la sala se puede hacer anticipadamente desde la app de Napbox. Tan solo es necesario elegir fecha, hora, tiempo de uso de la cabina (15, 30, 45 minutos o 1 hora) y ubicación (en este caso Tech City). A continuación, se genera un código QR que permite acceder a la sala. La reserva in situ también es posible desde la pantalla táctil en la puerta de la cabina siguiendo los mismos pasos que en la reserva vía app. «
Réplicas en otros ámbitos
“Estas cabinas digitales nacen como un proyecto conjunto cuyo fin es aprovechar espacios vacíos en oficinas y convertirlos en salas de reuniones que se puedan reservar por períodos de tiempo flexibles. De esta forma, hemos trasladado nuestro ideario de descanso en aeropuertos al ámbito laboral con el objetivo de mejorar la productividad de los empleados” asegura Adriano de Jódar, fundador de Napbox. Este es el primer proyecto de la startup, pero podría además tener réplica muy pronto en otras localizaciones o empresas, o en otros ámbitos, aeropuertos y estaciones de tren, entre otros.