Los cambios que traerá la industria 4.0, a examen

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La Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha analizado, durante la novena edición del ciclo de charlas de divulgación científica, los cambios que supondrá la definitiva implantación de la cuarta revolución industrial o Industria 4.0. Una de las principales conclusiones es que, en los próximos años, generará productos que pasarán de “elementos pasivos a activos”, pues serán “capaces de almacenar información y comunicarse con máquinas, personas o aplicaciones informáticas.

Así lo ha afirmado el profesor Juan Ignacio Latorre, quien ha augurado un cambio en el paradigma del consumidor. En opinión de este experto, el cliente podrá optar por un papel más activo hasta el punto de “contribuir al diseño y fabricación de los bienes que adquiere” o más pasivo, “desbordado por la cantidad enorme de información y de posibilidades de elegir para adquirir productos y servicios”.

A lo largo de la jornada también se ha explicado cómo el desarrollo de la Industria 4.0 se basa en distintos desarrollos tecnológicos, entre los cuales están los sistemas ciberfísicos, en los que se combinan y se coordinan elementos físicos con sensores, recursos computacionales y de comunicación. Según se ha puesto de manifiesto, el uso combinado de estos elementos, proporciona a los procesos de producción nuevas funcionalidades y capacidades, y eso implica también al Internet de las cosas, conectando a objetos y personas en todo momento y lugar.

Junto a estos desarrollos tecnológicos, Latorre también ha apuntado a “la computación en la nube, la virtualización, el big data, la ciberseguridad, la fabricación aditiva o en 3D y la robótica colaborativa”, como claves para el impulso de la Industria 4.0.

En cuanto al empleo, este profesor también ha afirmado que, si bien hay trabajos de tipo administrativo y poco cualificados que se verán perjudicados por la cuarta revolución industrial, ésta creará nuevas oportunidades laborales en el ámbito de la computación, las matemáticas, la ingeniería y la gestión empresarial. Así, ha indicado que “las habilidades para el empleo más recomendadas son la creatividad, la capacidad de resolver problemas complejos, el pensamiento crítico y la inteligencia emocional”.

Productos activos y ‘prosumidores’

Según Juan Ignacio Latorre, entre las consecuencias que puede traer la cuarta revolución industrial, está el cambio de rol del producto, “que pasa de ser un elemento pasivo a uno activo”. Culpa de ello, ha puntualizado, la tienen “la toma de decisiones descentralizadas y en tiempo real, el ‘plug and produce’ o la extensión a la industria del concepto de ‘plug and play’, que son los equipos productivos que pueden integrarse o cambiarse de lugar en el proceso industrial sin necesidad de ser reconfigurados, el creciente peso del software sobre el equipamiento físico de fabricación y los sistemas de asistencia centrados en las personas”.

También habrá cambios en la figura del cliente. Según Latorre, éste podrá llevar a cabo un consumo crítico, exigente y sostenible, “que intercambia información con el resto de los consumidores a través de internet y contribuye al diseño y fabricación de los productos que adquiere”. Es el que ha denominado ‘prosumidor’, frente a otro modelo de consumidor, más pasivo, que, “de forma extrema, le puede llevar a sentirse desbordado, insatisfecho o escéptico en relación con las nuevas tecnologías, por la cantidad enorme de información, el coste y las numerosas elecciones posibles”.

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