Solo en España se diagnostican al año cerca de 33.000 nuevos casos de cáncer de mama. Dentro del cáncer de mama existen diferentes subtipos, de los cuales aproximadamente un 20% son cáncer de mama HER2 positivo. Investigadores del CSIC han demostrado la eficacia in vitro e in vivo de un tratamiento destinado a este tipo de tumor, resistente al fármaco T-DM1. El trabajo, publicado en la revista Cancer Letters, ha identificado una nueva diana sobre la cual se puede actuar mediante un anticuerpo dirigido frente a dicha diana.
Como informan desde el CSIC, a pesar de la eficacia de T-DM1, en estadios avanzados de la enfermedad, ese fármaco puede dejar de funcionar. “Hemos empezado a estudiar otras posibilidades de tratar tumores de mama del tipo HER2 positivo cuando las células tumorales se resisten a T-DM1”, señala Atanasio Pandiella, investigador del CSIC en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC-CSIC-USAL).
Pandiella añade que han sido capaces de identificar por qué algunas células que originalmente tienen la proteína HER2 se vuelven resistentes a T-DM1. Las células resistentes a este tratamiento han perdido la expresión de HER2. “Hemos constatado que el tratamiento deja de ser efectivo porque estas células resistentes no tienen la diana del anticuerpo, mientras que las células tumorales que siguen expresando HER2 mueren con T-DM1”, apunta el investigador.
Como el fármaco T-DM1 no puede ser efectivo cuando hay pérdida de HER2 en determinadas células tumorales, si no se actúa sobre ellas, el cáncer de mama sigue progresando. Por tanto, se requiere hallar otras alternativas de tratamiento para estos casos de resistencia.
Vencer resistencias
El equipo de Pandiella ha seleccionado una proteína de la superficie celular llamada EGFR. Esta se encuentra presente en la membrana de las células resistentes. “Como el EGFR está en estas células, hemos desarrollado en nuestro laboratorio un anticuerpo modificado del tipo ADC (anticuerpo conjugado a fármaco) contra EGFR y analizado su efecto. Y efectivamente hemos constatado que el ADC frente a EGFR presentaba acción antitumoral”, expone el investigador.
El anticuerpo desnudo empleado para desarrollar este nuevo fármaco es comercial, sin embargo, el laboratorio ha elaborado el ADC añadiendo un fármaco citotóxico a dicho anticuerpo.
“En el laboratorio estudiamos por qué determinadas células pueden desarrollar resistencias a un tratamiento y buscamos nuevas estrategias para abordar dicha resistencia. A partir de aquí deben ser los clínicos o la industria farmacéutica los que prosigan con ensayos clínicos”, agrega Pandiella.
Predecir la eficacia de los fármacos
Por el momento las terapias dirigidas -oncología de precisión- solo están disponibles para el 5% de los cánceres. El estudio realizado por los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Miguel A. Quintela-Fandino y Silvana Mouron, junto a unidades oncológicas de varios hospitales españoles, ha descubierto una vía para identificar si uno de los fármacos más utilizados en la quimioterapia convencional de diversos tipos de cáncer, el paclitaxel, va ser eficaz en cada paciente. El trabajo ha sido publicado por la revista científica Nature Communications.
La terapia dirigida se ha basado, sobre todo, en el análisis de las mutaciones genéticas de cada cáncer. Pero los esfuerzos de investigación en todo el mundo han desvelado un paisaje genómico único para cada paciente. En este caso, la investigación de Quintela y Mouron se centra en el cáncer de mama HER2 negativo, que representa el 85 % de los diagnósticos de cáncer de mama y se debe, en la mayoría de los casos, a varias mutaciones oncogénicas.
Cuantos más genes haya implicados en la enfermedad, más difícil es saber cómo va a reaccionar un tumor ante una terapia concreta. El trabajo de los investigadores del CNIO es innovador porque no se hace un análisis genómico (de los genes) sino proteómico (de las proteínas). Esto se debe a que en investigaciones previas este mismo equipo había demostrado que, incluso cuando hay una gran cantidad de mutaciones oncogénicas, solo aparece un pequeño número de alteraciones en las proteínas.
“Encontramos que las enfermas con altos niveles de CDK4 y filamina tienen una tasa de respuesta positiva al paclitaxel en el 90% de los casos”
La investigación ha analizado muestras de cáncer de mama HER2 negativo de 130 enfermas tratadas con paclitaxel. El trabajo buscó similitudes en la expresión de las proteínas en las muestras de las pacientes que sí respondieron al paclitaxel. Se hallaron dos proteínas relacionadas específicamente con la respuesta al paclitaxel: la CDK4 y la filamina.
Los investigadores demostraron que esa asociación aparece cuando se usa el paclitaxel, pero no cuando los fármacos utilizados son otros. “Encontramos que las enfermas con altos niveles de CDK4 y filamina tienen una tasa de respuesta positiva en el 90% de los casos”, resume Miguel A. Quintela-Fandino, investigador principal y jefe de la Unidad Clínica de Cáncer de Mama del CNIO.
“El estudio identifica los primeros factores predictivos específicos para un tratamiento de quimioterapia convencional, para la que hasta ahora no existen marcadores predictivos o solo los hay de manera indirecta o imperfecta. Hallamos que los dos marcadores, la CDK4 y la filmanina A, están asociados a la actividad del paclitaxel de manera muy precisa”, añade el investigador.
El trabajo no es aplicable inmediatamente a la clínica. “Para que lo que hemos descubierto se incorpore al arsenal terapéutico oncológico, afirma Quintela-Fandino, además de la producción industrial del biomarcador habría que hacer estudios epidemiológicos y clínicos previos que demostraran su utilidad y la mejora sobre lo que hay ahora disponible”.
El papel de las células senescentes
Joaquín Arribas lidera uno de los proyectos seleccionados en la última convocatoria de CaixaResearch de Investigación en Salud, el programa de Fundación La Caixa. El investigador del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques, trata de validar una estrategia contra la reaparición del cáncer de mama.
A pesar de la mejora de la eficacia de los tratamientos, un porcentaje sustancial de los tumores vuelven a aparecer y, con frecuencia, los pacientes desarrollan metástasis agresivas. De ahí la necesidad de desarrollar nuevas terapias de efecto más duradero.
Desde Fundación La Caixa detallan que este proyecto se alinea con estudios recientes, que han demostrado que la recidiva de un tumor y los efectos secundarios de los tratamientos anticáncer se deben, en buena medida, a la acumulación de células senescentes, células dañadas que dejan de dividirse, pero no mueren, siguen activas y liberan sustancias que producen una inflamación dañina que promueve la progresión tumoral.
En esta investigación, Arribas y su equipo usarán modelos experimentales para monitorizar y eliminar específicamente estas células senescentes. Se centrarán en el cáncer de mama, por ser el tipo de tumor más frecuente en las mujeres. Partirán de la hipótesis de que la eliminación las células senescentes durante estadios concretos de la progresión del tumor abrirá la puerta a desarrollar terapias más eficientes que prevengan la recidiva del cáncer y algunos efectos secundarios deletéreos. Asimismo, investigarán nuevas estrategias terapéuticas para eliminar las células senescentes y encontrar nuevos tratamientos más seguros.
Aumentar la efectividad de los programas de cribado
La detección temprana es una de las principales armas para ganarle la batalla al cáncer de mama. En este punto, los programas de cribado activos en España son una garantía. En un artículo publicado en The Conversation, María José Hernández Leal, ayudante Doctor en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra especificaba distintas alternativas para mejorar y perfeccionar estos programas.
Hernández Leal apuesta por modificar el actual cribado estándar según criterios de edad a uno personalizado según el riesgo de cada mujer a ser diagnosticada de cáncer de mama. “Ese riesgo se determina según las características personales, la historia familiar, las características genéticas, los antecedentes previos de enfermedad mamaria, entre otros”, detallaba en el citado artículo.
Defiende que, de este modo, las mujeres de mayor riesgo pueden incorporarse antes al programa de cribado y hacerse el examen con mayor frecuencia, mientras que las de menor riesgo pueden distanciarlos. “Es decir, focalizar los recursos en quienes demandan mayor atención, y conseguir un uso más eficiente”.
Divulgación
Hace un par de años, el dibujante Paco Roca, una de las figuras del cómic actual, unía fuerzas con Roche para ilustrar ‘La historia de Cristina’ (descarga gratuita a través de este enlace), el relato de una paciente de cáncer de mama HER2 positivo.
Las viñetas viajan desde el descubrimiento de un bulto sospechoso gracias a la autoexploración al posterior diagnóstico, la fase de tratamiento y el proceso de recuperación. La obra también aborda cómo la llegada de tratamientos innovadores –la protagonista del cómic se somete a la técnica de la neoadyuvancia antes de pasar por el quirófano- mitigan los efectos de la intervención quirúrgica en este tipo de tumores.