El Gobierno de Cantabria ha presentado un gemelo digital que muestra una visión completa de todo su territorio y sus edificios en 3D. Por ejemplo, servirá para conocer la altura media de la vegetación porque es una representación de la realidad, con cada árbol, cada arbusto. O se puede determinar la fracción del territorio cubierta por la vegetación, o la cantidad de materia orgánica presente
Como explica Gabriel Ortiz, jefe del Servicio de Cartografía y Sistemas de Información Geográfica del Gobierno de Cantabria, un gemelo digital básicamente es una maqueta virtual, una representación de la realidad traducida a un formato digital y que sirve para medir innumerables parámetros sobre el territorio.
“Si esa maqueta virtual -realizada con tecnología de Esri- a la que nos referimos es detallada vemos la altura media de la vegetación, tenemos cada árbol, que son incontables aquí. Se puede determinar la cantidad de territorio cubierta y son importantes a la hora de gestionar el territorio desde muchas ópticas”. Una de las que tienen, por ejemplo la prevención de incendios, permite tener una estimación de la cantidad de combustible que hay frente a incendios. O en vegetación, que se puede derivar a saber la cantidad de madera que se puede extraer, especialmente en zonas de explotación maderera.
Además hay otros ejemplos de aplicación fuera de la vegetación, como la seguridad. “Un gemelo digital es todo lo que hay en el territorio, cada edificio, precisión, pero también la forma del terreno, que influye en como se puede evaluar y cómo se comporta frente a fenómenos climáticos extremos. “Una inundación, por ejemplo: hay que conocer la zona y esto es crítico. En casi todos los sitios, aquí también, hemos tenido inundaciones y tenemos además la amenaza oceánica, o el calentamiento global, fenómenos que afectan a la sociedad”, explica Ortiz.
El tercer grupo de aplicación sería la gestión urbana. Esa maqueta virtual con todos los edificios, a la hora de gestionar intervenciones de emergencias, también es 2muy interesante”, apunta. «Hay que pensar en una explosión de gas, como pasó hace unos meses en Madrid. Si tienes esa forma tridimensional en una tablet, al lado del camión de bomberos, aporta ventajas importantes. Desniveles, longitud de manguera, escaleras…”.
Un gemelo digital disponible para todo el mundo
Ortiz también indica que todo está disponible en su visor web, su buque insignia. “Está disponible para todo el mundo. Una de las aplicaciones más directas es que hemos hecho un mapa de usos de suelo que no se hubiera podido hacer sin esto. Te muestra los bosques de determinada especie, con una determinada extensión».
Es una herramienta transversal que no solo se aplica a incendios, sino para ordenación y territorio, urbanismo. Y esa es la orientación del equipo cartográfico de Cantabria. “Así, aplicamos técnicas cuyos resultados puedan servir para un abanico de opciones, no para algo completo. Con filosofía de dato abierto. Si está debidamente aprobada, que esté disponible al público. Además de dato abierto, hay que decir, de buscar rentabilidad en cada euro que invertimos”.
Este gemelo digital está hecho es con una tecnología, LiDAR, que detecta de medidas de distancia por haces de luces. Es un láser, fundamentalmente, que va en un avión, vuela por Cantabria y digitalizan los puntos de la región. 48.000 millones de puntos, exactamente.
“Lo difícil es cómo hacer llegar eso a los ciudadanos, es muy voluminoso, muy difícil de mostrar y ponerlo en valor. El último vuelo de LiDAR lo pagó Cantabria junto con el Estado y el Instituto Geográfico Nacional y el Centro Nacional de Información Geográfica. Entre las tres partes se pone el dinero y se van haciendo actualizaciones.
“Como va cambiando y las técnicas permiten mayor visualización esperamos que el año que viene tengamos un vuelo actualizado donde tendremos una versión nueva con más datos”. Asimismo, además de las técnicas, según Ortiz es difícil obtener los datos, que cuestan dinero. “Estamos empeñados en no duplicar gastos, cooperar con la administración general y tener cobertura periódica. El año que viene tendremos un nuevo vuelo y dentro de dos o tres años haremos otro. Y con cada uno tendremos una nueva versión”.