Cantabria ha sabido sortear el bache de la pandemia mejor que nadie. Eso al menos asegura el director general de la Sociedad Regional Cántabra De Promoción Turística (Cantur), Bernardo Colsa. Para ello, echa mano de los datos de tres meses que han marcado un punto de inflexión en su 2020: julio, agosto y septiembre. “En ese periodo, hemos liderado los índices de ocupación”, señala. Un hecho que le lleva a presumir de ser la comunidad autónoma “en la que menos se ha sufrido el impacto de la caída del turismo”.
Una situación insólita que ha llevado a Cantur a unas cifras no demasiado malas. Tomando como referencia el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Colsa indica que hicieron el agosto en ese mismo mes: 160.000 visitantes por los 130.000 de 2019. Cuando aún no había ningún tipo de restricciones ni cupos. Pero también se han superado las expectativas en otras instalaciones como Fuente Dé, aseguran desde la sociedad regional.
Si bien el último trimestre de 2020 se ha marcado por los cierres perimetrales, tanto en Cantabria como en «núcleos importantes» como Euskadi; este periodo ha servido también para que desde Cantur apuesten por la innovación como herramienta para impulsar el sector. “La pandemia ha acelerado unos procesos de atención al cliente que iba a ser irremediable afrontar en los próximos años”, valora Colsa.
Ahí Cantur muestra sus cartas: se ha comenzado el proceso de digitalización de accesos y compra de entradas y servicios. En principio, en las instalaciones de la pista de esquí de Alto Campoo y del parque de Cabárceno. Estas son los dos estandartes de las instalaciones que gestiona la sociedad regional cántabra de promoción turística. De su competencia son además los campos de golf de Nestares y Abra del Pas; el Teleférico de Fuente Dé; el restaurante Fontibre; y los hoteles de La Corza Blanca y Áliva.
Las recomendaciones de las autoridades sanitarias han acelerado estos procesos. Desde la implantación de sistemas de control de aforos mucho más exhaustivos hasta la gestión de entradas en las instalaciones. Con ello, se trata de evitar a toda costa las aglomeraciones masivas dentro de las instalaciones, o algo tan a la orden del día como evitar el contacto físico como pudiera ser con el pago de dinero en metálico.
En cuanto al aspecto de la promoción turística de Cantabria, es donde Colsa saca pecho. Adelanta que ya se ha avanzado camino para establecer un repositorio de todo el patrimonio cántabro, tanto histórico, como cultural, natural o artístico, que sea accesible a través de plataformas digitales. Un proyecto que ya se ha presentado para obtener fondos europeos con los que financiar esta iniciativa.
Para adivinar hacia dónde se encamina el visitante que quiera conocer Cantabria, Colsa desgrana la próxima app que estará disponible para el Parque de Cabárceno. Hasta este lugar acuden 600.000 visitantes, del millón y medio que llega anualmente a Cantabria. “En ella, se podrán realizar todas las gestiones, o poner a disposición los espacios y recintos del parque. Con independencia de que sugiramos itinerarios o rutas… en un espacio tan amplio para que la gente pueda diseñar en función de su propio tiempo y necesidades para lo que consideren oportuno”. Añade que esta app podría estar lista para este verano. Y que la personalización será clave del éxito, con distintas herramientas para cada instalación gestionada por Cantur.
Hay más frentes abiertos en la digitalización de la oferta turística de la comunidad. Colsa lo resume en un lema: “Poner en la mano de un cliente Cantabria”. Este proyecto de digitalización pretende aglutinar todos los recursos de la región al alcance de los interesados en visitar este punto del norte de España. “Se trata de preguntarle al cliente qué quiere hacer: playa o montaña. Ayudarle a través de un soporte digital a responder las preguntas que le puedan inquietar. Los que tengan la inquietud por saber más, poderles ayudar”.
“Se trata de preguntarle al cliente qué quiere hacer: playa o montaña. Ayudarle a través de un soporte digital a responder las preguntas que le puedan inquietar. Los que tengan la inquietud por saber más, poderles ayudar”. A estas dos ideas le siguen proyectos de mejora de la e ciencia de las instalaciones y relacionados con la sostenibilidad. “Innovar en el campo de lo virtual”, resume Colsa. Desde los recursos históricos de una comunidad que guarda en su interior restos de patrimonio acuñado “desde la Antigüedad”, hasta las tendencias “del ocio más actual”.
Pensando siempre en recuperar la normalidad lo antes posible. Para este año, desde Cantur esperan mantener o superar los resultados del pasado. “Nos mantendremos expectantes a lo que pase en primavera o en verano”, aguarda su director general. Y para superar las expectativas, también miran al exterior. Con un turismo muy marcado (“un 5 por ciento de turistas españoles el año pasado, la mayoría familias”, estima Colsa), el objetivo ahora “es crecer en el turismo internacional”.
Para ello aprovecharán las apuestas de los cambios de hábito que han detectado a raíz de la pandemia. “El turismo rural ha sufrido un auge extraordinario ya desde el mes de junio. Mucha gente ha demandado turismo rural y ha priorizado todas las actividades de ocio relacionadas con turismo de aventura. La situación ha ayudado a reforzar la promoción de la naturaleza cántabra”, se congratula.
Lejos de cifras u objetivos, el director general expresa que la principal meta es que cualquier visitante se vaya con un sabor de boca inmejorable. Lo resume de la siguiente manera: “Tener la sensación de que cuando vienes y sales de Cantabria, has estado bien, satisfecho. Que la oferta ha cumplido con tus expectativas, y transmitir al entorno más cercano que estuviste bien”.