Iberdrola ha lanzado una herramienta que tiene el objetivo de reducir la huella de carbono global. Se trata de Carbon2Nature (C2N), una nueva firma que lo conseguirá a través del desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza que mejoren la biodiversidad y, además, que favorezca la economía sostenible.
El director de este nuevo proyecto, Miguel Ángel García Tamargo, aclara que, para hacer frente al reto global del cambio climático, esta firma nace con una ambición: “La de causar impacto a largo plazo a nivel internacional”.
Es por eso que, según sus palabras, Carbon2Nature “apuesta por la diversificación en geografías y proyectos y promueve estrategias colaborativas para su desarrollo con las comunidades locales y otros actores, garantizando los más altos niveles de calidad”. Asimismo, asegura que llegan a este mercado nuevo “con humildad y con ganas de hacer cosas diferentes, trayendo toda la experiencia de Iberdrola en sostenibilidad al mundo de las soluciones basadas en la naturaleza y en la generación de créditos de carbono”.
Por otro lado, desde Iberdrola se tiene la convicción de que invertir en la naturaleza “es esencial para actuar contra la crisis climática y de biodiversidad, actuando al mismo tiempo como fórmula de creación de valor sostenible y rentabilidad”. Es por eso que aprovecharán los mercados de créditos de carbono, impulsando proyectos propios -además de colaborar con otros- para obtener créditos de alta calidad.
Los sumideros naturales
Desde Iberdrola ya llevan tiempo avisando de la importancia de los sumideros de carbono. En la nota de lanzamiento indican que se prevé capturar y fijar en sumideros naturales “más de 61 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) gracias a la promoción de proyectos de conservación y restauración de ecosistemas en más de 100.000 hectáreas principalmente forestales, pero también de ecosistemas costeros (carbono azul) o suelos agrícolas”.
Pero ¿qué son estos sumideros naturales? Básicamente, en Iberdrola explican que son depósitos naturales -como océanos, bosques o suelos- que son capaces de absorber y capturar el CO2 de la atmósfera reduciendo su presencia en el aire.
Ahora mismo, los principales sumideros de carbono tan solo son capaces de retirar el 50% de la circulación total de CO2. Todo ello, a causa de la quema de combustibles fósiles y el consiguiente aumento acelerado de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que ha hecho que el ciclo del carbono -que no se ha movido durante milenios- se haya visto afectado.
De todos modos, la capacidad de retención de carbono sigue siendo “altísima”, según Iberdrola, por lo que con Carbon2Nature intentarán preservarlos y potenciarlos.
Posibles soluciones
Con Carbon2Nature, como se ha mencionado anteriormente, se desarrollarán soluciones para reducir la huella de carbono. Y para ello, hay varios ejemplos que ya se han llevado a cabo que pueden servir como guía para proyectos de futuro gracias a las técnicas artificiales de secuestro de carbono.
Entre algunas de las más relevantes -teniendo en cuenta que “todavía se encuentran lejos de afrontar las exigencias del cambio climático”- se puede encontrar la captación de CO2 de las emisiones de las centrales eléctricas que funcionan con carbón inyectándolo a gran profundidad bajo la superficie de la Tierra. En segundo lugar, a través de técnicas geológicas de secuestro de carbono, inyectar el dióxido de carbono en acuíferos salinos profundos, produciendo grandes bolsas de agua salada.
También mencionan el despliegue masivo de cultivos de árboles y plantas, lo que permitiría atrapar CO2 para después quemarlo en centrales térmicas de biomasa, cuyas chimeneas son capaces de capturar el dióxido. Por último, se enterrarían en almacenamientos geológicos.
En cuarto lugar, crear ventiladores que absorban el CO2 del aire por medio de filtros que se calienten a 100º C con el calor generado por una planta de reciclaje. “Esto daría como resultado gas de CO2 puro que se reutilizaría más tarde”, aseguran. Y, en último lugar, algas colocadas cerca de una fuente de luz que sean capaces de absorber dióxido de carbono y emitir oxígeno.
«Todos los proyectos de Carbon2Nature estarán certificados con estándares de calidad reconocidos a nivel internacional”, aseguran desde Iberdrola, que además destaca que solo el 20% de los proyectos se realizarán en el hemisferio norte. El resto -Brasil, México, Colombia, Perú y Chile, donde tienen más presencia- serán los que acojan la mayoría de soluciones.