Carina Lopes: "Es imposible separar digitalización, impacto social y emergencia climática"

Repasamos con la responsable del Think Tank de Digital Future Society los retos del humanismo tecnológico en la etapa poscovid. "La digitalización no puede dejar a nadie atrás"
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Carina Lopes (Imagen: Digital Future Society).

Carina Lopes acumula una amplia experiencia internacional dedicada a la búsqueda de nexos entre la tecnología y el bien común. Antes de dirigir el Think Tank de Digital Future Society (DFS, programa de la fundación Mobile World Capital Barcelona), lideró proyectos de innovación en Citymart, 100 Resilient Cities (Fundación Rockefeller) o dentro de su colaboración con la Comisión de Cultura Agenda 21.

Brechas digitales, gobernanza de datos, emergencia climática, trabajo del futuro, digitalización de organizaciones públicas… Dentro de DFS, Lopes promueve de nuevo analizar los vínculos tecnología-sociedad desde la perspectiva del ciudadano y del usuario, considerando aquellos aspectos que pueden generar más tensión en el actual contexto.

Desde el Think Tank, integrado por expertos mundiales del ámbito público y privado, la academia y organizaciones de la sociedad civil, exploran y proponen recomendaciones prácticas para avanzar a buen paso en la transición hacia un nuevo escenario.

Todo ello desde el cambio en el guion al que nos ha obligado la pandemia. “Es un antes y un después”, asegura Carina Lopes a este periódico. Antes de marzo de 2020, en Digital Future Society ya habían detectado cierta receptividad de la sociedad en la adopción de nuevas tecnologías masivamente, pero no con el impacto necesario. “Cuando llegó el virus, nuestro mensaje fue acogido de manera distinta”.

Viejas y nuevas brechas

Si las brechas digitales ya eran un problema en 2019, el proceso de digitalización acelerada que ha impulsado el COVID-19 ha agravado cuestiones dentro de lo que Lopes define como emergencia digital. “Hay que hablar de brecha digital como algo plural. En estos dos años, hemos trabajado en brechas digitales de género, de contexto, de conocimiento o de dispositivo.  Debemos ir más allá de la mera infraestructura tecnológica, donde España ha demostrado estar muy bien posicionada, y analizar la digitalización considerando sus asimetrías”.

Por otro lado, el Think Tank ha lanzado recientemente el podcast “Algoritmos y Gobiernos” para tratar la automatización del sector público. A lo largo de seis episodios -hoy se estrena el primero- serán explorados los riesgos y las oportunidades que ofrecen los algoritmos en la toma de decisiones de la administración.

España toma posiciones

Las líneas de acción de Digital Future Society encajan con lo propuesto en los grandes planes de recuperación españoles y europeos, donde la sombra del Green Deal es alargada. Carina Lopes celebra algunos de los cambios que ha incorporado el Gobierno actual, como la vicepresidencia de Nadia Calviño, responsable del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, o la puesta en marcha de una Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (comandada por Carme Artigas).

“Es un giro respecto a cómo se piensa la digitalización en España”, apunta. “Percibimos un esfuerzo político en el discurso, pero también en la aplicabilidad de las decisiones. Esta es la parte que cuesta más porque necesita recursos. España se ha posicionado en distintos ámbitos a escala europea tanto nivel tecnológico (IA) como en el plano legislativo (Carta de Derechos Digitales)”.

Según la experta, ahora Europa “nos mira de otra manera”. “A ello ayuda la apuesta estatal por el humanismo tecnológico (una de las piedras angulares de DFS) y una digitalización que no deje a nadie atrás”. Una perspectiva palpable en la regulación y en cómo la tecnología es diseñada. “Queda mucho camino por recorrer en la integración de sistemas digitales que configuren una sociedad más justa y equitativa. Es importante saber qué hacen los algoritmos con la información, qué impacto provocan o en qué sesgos incurren”. A este respeto, Carina Lopes destaca el trabajo de Eticas Foundation Barcelona.  

Nueva formación

Un 40 % de la población española carece de habilidades digitales básicas. “Trabajamos para solucionar esta situación. Corresponde a un amplio espectro de la ciudadanía, donde la edad importa, pero también donde vives, con evidentes desajustes entre áreas urbanas y rurales”. Carina Lopes opina que conviene que las Comunidades Autónomas diseñen programas concretos de digitalización, más próximos a la ciudadanía.

Un empuje en el que es imposible obviar las carencias del sistema educativo. “La educación debe adaptarse con más flexibilidad a la realidad. En Digital Future Society sabemos que el sector tecnológico es el que más y mejor empleo genera en Barcelona, pero estas evidencias no llegan a los institutos de secundaria. El ciudadano de a pie en general no es consciente. El reto de la educación es prestar más atención a lo que ocurre ahí fuera”.

Sin salir de las aulas, Carina Lopes coincide con otras voces autorizadas, como la de Carme Artigas, al afirmar que la diferenciación histórica entre ciencias y letras carece de sentido. “El mundo tecnológico precisa de buenos profesionales en lo técnico, que además sepan medir el impacto de su trabajo desde el punto de vista ético. Son personas que necesitan un tipo de formación hasta la fecha inexistente. Las matemáticas y las humanidades son compatibles, e insistimos en una formación durante toda la vida, en momentos distintos, con modelos cambiantes”.

Mujeres (y niñas) STEAM

“La pandemia es una oportunidad para que cale la idea de que la tecnología es diversa y que nos ofrece las herramientas para impactar en la sociedad”, asegura Carina Lopes al referirse a un problema, el de la brecha de género STEAM, donde los avances son más lentos de lo esperado. “Pese a todas las medidas adoptadas, los números son aún desoladores fundamentalmente en algunas ingenierías donde, lejos de incrementarse, el número de nuevas estudiantes desciende cada año”.

Lopes aboga por romper con estereotipos que contribuyen a ‘espantar’ vocaciones entre las más jóvenes. “El cine y las series continúan mostrando al hombre blanco encerrado con un ordenador en una habitación. Estas proyecciones nos llevan a perder una oportunidad. Y hay mucho por hacer en casa y en las aulas. Hemos pecado de falta de ambición ya que urge promover la discriminación positiva si de verdad queremos que las cosas cambien; más ímpetu en decisiones de impacto”.

Madurez tecnológica y disrupción

Digital Future Society trata de sosegar el ritmo frenético de loscambios tecnológicos poniendo sobre la mesa cuestiones relevantes miradas de reojo hasta ahora. “En lo sucesivo, el debate estará más próximo a lo ético que a lo técnico porque la creatividad es infinita. La pregunta es: ¿Cómo de lejos queremos llegar?”

Con la automatización y el empleo de datos como tecnologías maduras que marcarán el paso de todas las áreas, Carina Lopes cree que está por ver la relevancia de la realidad aumentada, abanderada por el metaverso, más allá del marketing y el branding. “Veo posibilidades en industria 4.0., o en la organización de encuentros de trabajo. La progresión del 5G será fundamental para dar soporte a estos desarrollos”.

La experta no quiere dejar pasar de largo otros desafíos como la minería, necesaria para la fabricación de dispositivos y su influencia en el medio ambiente y la emergencia climática. “Humanismo tecnológico es hablar de los próximos 10-15 años. Se trata del gran paradigma pospandemia. Es imposible separar digitalización, impacto social y emergencia climática”, concluye.

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