Los cascos inteligentes de Livall: compromiso con la seguridad a través de la innovación

Madrid se ha convertido en el territorio de confianza de Livall a la hora de poner a prueba sus innovaciones. Desde febrero, la empresa acumula diferentes acuerdos que han ratificado su compromiso con la seguridad vial
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Modelo EVO21 de Livall, utilizado por la Policía Municipal de Madrid.

Madrid se ha convertido en el territorio de confianza de Livall a la hora de poner a prueba sus innovaciones. Desde febrero, la empresa especializada en cascos inteligentes y movilidad acumula diferentes acuerdos que han ratificado su compromiso con la seguridad vial. Su objetivo, como explica Manuel Marín, cofundador de LIVALL y CEO de Livall, es "dedicar todo nuestro I+D a soluciones tecnológicas que van un paso por delante en seguridad y prevención".

La entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial a comienzos de este año supuso una buena oportunidad para la compañía de cara a proponer soluciones a todos los cambios de la normativa –como la obligatoriedad de llevar casco al conducir patinetes, la prohibición del uso de dispositivos de audio invasivos en cualquier tipo de vehículo o una mayor penalización para distracciones como el uso del móvil, entre otros–.

Anticiparse al accidente sigue siendo el gran reto. En este sentido, Livall apuesta por el Helmetphone-LIVALL, con tecnología preventiva en forma de luces inteligentes que detectan automáticamente condiciones de baja visibilidad y deceleraciones para activar automáticamente las señales lumínicas. Los sensores del casco son capaces también de detectar una caída seguida de inmovilización, sea por aturdimiento o incapacitación, activando de forma autónoma un sistema SOS que envía la localización exacta del accidentado vía GPS a sus contactos de emergencia preestablecidos, sistema que ha salvado ya vidas. 

"La mayoría de los siniestros de estos vehículos son caídas a la vía y colisiones con otros vehículos, por lo que las lesiones más habituales y peligrosas se producen en la cabeza. Mientras los cascos tradicionales ofrecen protección pasiva que escuda al usuario en caso de impacto, nosotros nos anticipamos al accidente", afirma Marín.

La obligatoriedad del casco plantea también un dilema a las empresas de alquiler de patinetes: cómo integrar adecuadamente un casco en la estructura de un patinete con decenas de usos diarios sin que haya riesgo de robo o de desperfectos. Livall propone el estuche para casco Smart Case. Anclado al mástil del patinete con un gancho posterior que permite colgar bolsas o mochilas, Smart Case es resistente al agua, incorpora sistema antirrobo y funciona con apertura remota a través del móvil.

También se ha prohibido el uso de auriculares al conducir bicicleta o patinete y penalizaciones por distracciones. La solución de livall pasa por incorporar tecnología manos libres con micrófono antiviento y altavoces estéreo no invasivos. El sonido sale proyectado por encima del oído en todo momento, lo que permite escuchar el entorno con normalidad. "La conexión Bluetooth con nuestro smartphone permite utilizar la navegación por voz y escuchar la radio, música o podcasts, además de responder llamadas con solo presionar un botón en el manillar, sin necesidad de soltarlo, eliminando así la necesidad del uso del móvil", detalla Marín.

Colaboración con los agentes de seguridad

Más de medio centenar de agentes de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid patrullan y se desplazan por Madrid en bicicleta con el casco LIVALL MT1 Neo, con tecnologías informáticas y de inteligencia artificial. Una vez más, el objetivo vuelve a ser la prevención. El último acuerdo de la empresa relacionado con la seguridad pública ha sido el acuerdo alcanzado con la Policía Municipal de Madrid para dotar de cascos inteligentes –del modelo EVO 21– a los agentes-ciclistas de la Unidad de Medio Ambiente de la capital española.

El caso ofrece beneficios para la policía local como 360 grados de luces inteligentes, que incluyen indicadores de posición automáticos en condiciones de baja luz, así como luces de freno. El agente también puede indicar un cambio de dirección a través de los intermitentes controlados desde el manillar, lo que elimina la necesidad de levantar la mano para indicar un giro.

En el caso de la funcionalidad SOS, en caso de accidente, si el agente quedase inconsciente o incapaz de moverse, el casco emite de forma automática una señal y envía su posición a la centralita para su rápido auxilio. "Los cascos inteligentes ponen de manifiesto la obsolescencia del casco tradicional y están llamados a ser en el futuro cercano el nuevo estándar de protección personal para usuarios de bicicletas, patinetes y resto de usuarios vulnerables de la vía", confirma Marín.

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