Celia Bernardo, “fundadora y corazón” de la firma de moda Celia B, estudió Publicidad y RRPP en Madrid, y Comunicación de Moda en Milán. Pronto se dio cuenta de que su creatividad necesitaba un plus para ser expresada. Desembarcó en Ibiza y consiguió vender en mercadillos y tiendas de la isla accesorios que ella misma diseñaba. Más tarde trabajó para algunas de las grandes, como Zara, Pepe Jeans o Asobio, así que dejó aparcada –aunque no olvidada- cualquier iniciativa con sello personal. “Sabía que tenía un estilo y una visión estética particular que merecía la pena explorar. Antes o después había que seguir tirando del hilo”, explica Bernardo al otro lado del teléfono.
La gran oportunidad de dar un giro se le presentó en China. Tenía dos años por delante. Vivir en Shanghái fue el complemento perfecto al background y la experiencia que la diseñadora acumulaba. “Quería empezar un proyecto propio pero no sabía por dónde tirar. Allí lo tuve claro. Tras probar varias opciones entramos en el calendario de colecciones de París, Tokio… y once años después aquí seguimos”.
Pero en aquel ya lejano 2012 resultó fundamental el posicionamiento de China y de Asia en general a nivel de producción y desarrollo tecnológico. “Fue muy inspirador. Están a la vanguardia”, detalla Celia Bernardo. “A ello se sumaba el boom del consumo doméstico. No cesaban de surgir nuevas marcas independientes, más o menos pequeñas, que recibían una excelente acogida. Produzco y vendo desde el minuto uno. Ayudó su nivel adquisitivo, pero, quizá por saturación, no son excesivamente marquistas, sino que están abiertos a nuevas propuestas. Les interesa qué hay detrás de cada diseño, el story telling”.
Señas de identidad
Ante esta eclosión de opciones, ¿por qué Celia B acumula una legión de miles de fieles en todo el mundo? “Tenemos una identidad muy marcada. Los diseños son reconocibles sin necesidad de mirar la etiqueta. He viajado mucho, hay lugares que me han influido claramente –Rajastán, Indonesia, América Latina, Marruecos- y eso se traduce en prendas y piezas (la firma tiene una gama dirigida al hogar) en las que destacan el uso del color, los estampados y los materiales. Mezclas aparentemente imposibles a las que dotamos de armonía. Digamos que el caos cobra sentido y adquiere belleza. Pienso que a la gente le atrae la frescura de los diseños, incluso su sentido del humor; ofrecemos algo distinto, dibujamos sonrisas y generamos bienestar”.
La diseñadora vuela hoy a París para presentar la colección de invierno. Con una nueva colección cada 3-4 meses, mantener viva la llama de la creatividad es una obligación en Celia B. El equipo, íntegramente femenino, está repartido entre Oviedo (5 personas) y China (10). “El proceso empieza con los estampados (en los que colaboran con varias artistas) y los materiales. También influye mi preferencia personal en ese momento. Me gustan los 70, el estilo vintage, pero me pregunto: ¿qué me apetece ponerme?”, afirma Bernardo. En la marca también revisan el histórico, aquellos diseños que han funcionado mejor en ventas. “Lo tenemos muy en cuenta. Después elaboramos las fichas, y llegan las muestras, que corregimos hasta tener el muestrario completo que vamos a presentar”.
Año tras año, Celia B ha experimentado un crecimiento sostenido. A partir del periodo 2020-2021, las ventas se dispararon, con un incremento del 310 % respecto a años anteriores. “El confinamiento fue una oportunidad para las marcas que ya habíamos ‘sembrado’ en entornos digitales y redes sociales (su perfil en Instagram acumula 190.000 seguidores). En nuestro caso, con la gente encerrada, ofrecíamos lo contrario al look habitual de chándal o pijama. La fantasía y el color animaron las ventas. Ahora estamos expectantes por saber si este interés es estacional o llegará un tiempo de recesión”.
Emprender en femenino y la importancia de un buen equipo
La marca supera los 250 puntos de venta en Estados Unidos, Europa y Australia, con presencia en wholesalers como Neiman Markus, Shopbob, Anthropologie o Brown Thomas. Por otro lado, el ecommerce ha experimentado este año un 110 % de crecimiento, representando ahora un 33 % de las ventas totales de la firma. Celia B cuenta con un showroom en Oviedo y el 15 de marzo inauguran una shop in shop en WOW, el marketplace ubicado en la Gran Vía madrileña.
Con el Día de la Mujer a la vuelta de la esquina, Celia Bernardo admite que emprender es siempre complicado, pero las dificultades se multiplican si hablamos de emprendimiento femenino. “Necesitamos más ejemplos de mujeres que nos enseñen que es posible sacar adelante proyectos. A las mujeres se nos educa para cuidar y complacer, no para comernos el mundo. No es un camino de rosas, pero me encanta lo que hago y todo lo que puedo conseguir a través de mi trabajo. Un consejo: antes de lanzarte, que sea en algo que de verdad te apasione”.
A lo largo de este año, la diseñadora confía en que Celia B continúe por la vía del crecimiento gracias a un equipo que afiance su solidez. “Necesito trabajar con gente de confianza en la que poder delegar. Hay que evitar ser víctima de tu propio éxito y que el trabajo acabe por engullirte. Es importante disfrutar de otras cosas. El trabajo no puede ser una atadura que consuma todo nuestro tiempo”, concluye.
