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Cenizas de biomasa para crear botellas de vidrio

Acciona y Vidrala han desarrollado un proyecto que, reutilizando escoria de biomasa de plantas de combustión para renovables, consigue crear más de 18 millones de envases
biomasa ceniza

El vidrio se consigue mezclando arenas con según que metales. Y calentando mucho, con temperaturas de más de mil grados centígrados. Pero en Llodio, en Álava, han conseguido reutilizar cenizas de biomasa para crear más de 18 millones de botellas.

Los responsables de este proyecto son Acciona y Vidrala, que han recogido 230 toneladas de escorias de biomasa -esto es, las cenizas, el polvo u otras escorias-, obtenidas del proceso de combustión para producir electricidad renovable en una planta de biomasa de Briviesca, en Burgos, para hacer las botellas. 

¿Y por qué utilizar esta biomasa? Por una razón: este material contiene un alto porcentaje de sílice, un componente clave en la fabricación de vidrio. Su reutilización, de hecho, ha permitido reducir significativamente el uso de arena de sílice y sustituir parte del carbonato de sodio, lo que optimiza el proceso de producción y disminuye la huella ambiental del proceso.

“Este proyecto demuestra el enorme potencial que tienen las colaboraciones entre empresas líderes como Acciona y Vidrala para impulsar la sostenibilidad en la industria del vidrio. Al incorporar subproductos como las escorias de biomasa en nuestro proceso productivo, no solo reducimos el uso de materias primas vírgenes, sino que también disminuimos nuestra huella ambiental, impulsando un modelo de producción más eficiente y alineado con la economía circular”, declara Galo Álvarez, director de Sostenibilidad de Vidrala.

Por otro lado, desde Acciona señalan que la reutilización de escorias de biomasa contribuye a su objetivo de “dar una segunda vida a los residuos y subproductos derivados de su actividad, al tiempo que fomentan la economía circular y reducen las emisiones de CO2, constituyendo un ejemplo de simbiosis industrial entre sus negocios”.

Cómo se hacen las botellas

Fue en Asturias donde se hizo todo este proceso de tratamiento de cenizas de biomasa, mientras que la fabricación propiamente dicha de las botellas de vidrio se realizó en Llodio, en Álava. La explicación no trasciende: “Tras un proceso de investigación y pruebas para el tratamiento de las escorias, se ha logrado adaptar el proceso con éxito, cumpliendo todos los objetivos de resistencia y durabilidad que caracterizan a las botellas de vidrio fabricadas por el proceso habitual”, cuentan desde Vidrala.

Sin embargo, sí se sabe que en la utilización del ya mencionado sílice ha habido una parte de sustitución. Concretamente, por carbonato de sodio, un compuesto que se usa tradicionalmente para reducir el punto de fusión de la mezcla de vidrio, facilitando su proceso de fabricación y disminuyendo su huella medioambiental. 

“Para ello, se han realizado numerosas pruebas de investigación del tratamiento de las escorias que han permitido mantener las características de resistencia y durabilidad de las botellas convencionales”, aclara.