Renfe ha anunciado esta semana que transformará todas sus estaciones de Cercanías en Green Mobility Hubs. Esta reformulación nace y está alineada con la 'Estrategia de Movilidad Sostenible' del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de la Comisión Europea, y con la hoja de ruta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Esta última, de hecho, insta a adoptar "medidas urgentes" para combatir el cambio climático.
La idea es ofrecer a las ciudades alternativas de movilidad segura, sostenible y conectada. Y lo hará cambiando los aparcamientos disuasorios de las terminales en nodos de movilidad intermodal; esto es, que convertirá a las estaciones de Cercanías en una alternativa pionera al uso del vehículo privado.
“Estos espacios -aseguran desde Renfe- dispondrán de zonas dedicadas para la micromovilidad -moto, bicicleta, patinete- y movilidad compartida, la gestión del intercambio de baterías, o la implantación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, así como el establecimiento de áreas accesibles para servicios de movilidad”, facilitando de este modo una solución “de primera y última milla”.
¿Qué es un Green Mobility Hub?
Para poner en contexto, desde la misma Comisión Europea expresan que, a día de hoy, “es crucial tanto para la salud como para la calidad de vida de nuestros ciudadanos promover simultáneamente la sostenibilidad y la accesibilidad en el transporte dentro de las ciudades. Ante esta tarea difícil y desafiante, las fuentes de movilidad eléctrica podrían ser las mejores soluciones futuras”.
Estos emplazamientos en vía -Renfe lo reformulará en sus estaciones- permiten que los ciudadanos puedan elegir entre diferentes opciones de transporte eléctrico sostenible para uso compartido, suponiendo una alternativa real al uso del coche privado, al brindar oportunidades para incrementar la movilidad compartida y eléctrica de una forma verdaderamente innovadora.
“La clave es que siempre estén donde confluyen oferta y demanda”, indican desde la Comisión. “Es mejor brindar una oferta diversa y de alta calidad de servicios de movilidad eléctrica compartida para disuadir a los ciudadanos de poseer automóviles privados, lo que resultará en ciudades más limpias, habitables y agradables”, ofreciendo a los usuarios una amplia gama de opciones para experimentar y usar en diversas situaciones.
Primeros pasos
Renfe no va a llevar a cabo un cambio total, al menos de momento, en todas sus estaciones de Cercanías. De hecho, con el lanzamiento se ha anunciado un proyecto piloto en tres estaciones para establecer unos procedimientos con los que velarán por un “uso correcto y responsable” de los servicios por parte de los clientes y operadores, de manera que se pueda obtener datos, realizar análisis y validar los resultados del piloto.
Luego, se implantará gradualmente en los Cercanías de Madrid, Barcelona, València, Sevilla, Bilbao, San Sebastián, Murcia-Alicante, Cádiz, Zaragoza, Málaga, Cantabria y Asturias. Estas estaciones de Renfe “transportan más de 450 millones de viajeros anuales, atendiendo a los puntos en los que se fomente la intermodalidad sostenible y conectada”.
Por último, Renfe recuerda que se asociará con empresas de movilidad compartida y sostenible, así como empresas energéticas líderes en su sector. En todos ellos, buscan mejorar en la accesibilidad, en la gestión del tráfico y calidad del transporte público colectivo, en crear nuevas oportunidades de negocio, reducir las emisiones contaminantes, promover un comportamiento sostenible, obtener una rentabilidad social y lograr una mayor cohesión territorial.
