El pasado 25 de septiembre la Unión Europea anunció, definitivamente, una nueva ley de control de microplásticos. Unos meses antes hubo mucha desinformación: se habló incluso de que se podrían llegar a prohibir los campos de césped artificial, pero nada más lejos de la realidad. La normativa hablaba sobre el relleno de caucho que suele poblar estos campos, las famosas “bolitas negras”. Ahora, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Diputación de Toledo han lanzado un informe en el que llevan tiempo trabajando sobre cómo deberían ser este tipo de campos.
Concretamente, han presentado un proyecto centrado, además de en el futuro, en la sostenibilidad de los campos de césped artificial. Para ello, han analizado 16 campos de diferentes municipios de la provincia de Toledo, una auditoría exhaustiva que tiene el objetivo de “evaluar su estado actual y determinar las acciones necesarias para su mejora y mantenimiento”, señaló Leonor Gallardo, vicerrectora de Coordinación, Comunicación y Promoción y catedrática de Educación Física y Deportiva, en la presentación del informe.
Un informe, cabe recordar, que sólo se ha entregado a alcaldías, vicealcaldías y personal técnico municipales de estas 16 ciudades, si bien también se elevará el informe a la propia FIFA. Habrá un plazo de ocho años para eliminar el relleno de caucho del césped artificial, así como cualquier otro relleno que se considere microplástico.
Un proyecto “pionero”
“Estamos presentando un proyecto pionero a nivel mundial, la primera vez que se hace en el mundo, con la Diputación de Toledo. Estamos encantados porque ya sabéis que se está produciendo un cambio en todo lo que es la sostenibilidad de los campos, de fútbol, de hockey, de todos los deportes”, indicó Gallardo.
“Y en este caso, la Diputación de Toledo, su presidente, ha considerado encargarnos este proyecto para los campos de césped artificial. Como saben, en breve, el caucho, las bolitas negras, va a desaparecer porque es malo para la salud, en este caso, cancerígeno”.
Con lo cual, lo que ha hecho la Diputación de Toledo es ver cómo se encuentran los campos. “Estudiar y hacer una auditoría y ahora ver qué es lo que tienen que hacer con ellos. De hecho, este informe lo voy a presentar ya a la FIFA, para que conozcan las primeras acciones a tomar”, reiteró.
Además, entregaron a los representantes de localidades como Sonseca, Talavera de la Reina o Argés un póster que mostrará el tipo de calzado que tienen que llevar, “que es uno de los grandes problemas”, según Gallardo. “También daremos un informe global para que sepan si deberían hacer alguna acción en el futuro o algún plan cuatrienal de instalaciones”.
De ahí que subrayara la importancia del mantenimiento. “Muchas veces invertimos muchísimo dinero en colegios, hospitales, instalaciones, pero no nos acordamos del día después, que hay que mantener las cosas. Todavía seguimos viendo que no se mantienen adecuadamente”.
Sostenibilidad como solución
Más allá del contenido del informe, ya hay proyectos dedicados a asumir el final de estas “bolitas negras”. Como el Life T4C, una iniciativa de empresas españolas y alemanas -cofinanciada por la Unión Europea y validada por la FIFA- que trabaja en un césped artificial innovador, sostenible, no degradable y sin microplásticos.
La solución a futuro quizá sea el Ecolastene, un material que supone una nueva vida para los campos deportivos de césped artificial, reciclando su vida útil y pudiendo certificar el contacto del material con el medio ambiente, cumpliendo las normas internacionales y cuidando la salud.
