‘Cibervalientes contra el acoso escolar’ es la campaña que el CEU lanzó a finales de abril para visibilizar una lacra como la del ciberacoso. La idea principal y base era hacerla llegar al mayor número de gente posible. En total, el vídeo que acompaña a esta y las publicaciones de sus cuentas oficiales impactaron a una audiencia potencial de seis millones de usuarios. Para completar el resultado de esta campaña, se lanzó el hastag #cibervalientes que tuvo alrededor de 40.000 impresiones.
Como explica a Innovaspain Luis Martínez-Abarca Lorán, director de Área de Colegios CEU, eligieron una propuesta para “no permanecer callado ante este tipo de situaciones”. Cree que así ayudan a los jóvenes a identificarlas y, también, las actitudes que “muchas veces inconscientemente” acaban provocando casos de acoso.
Por eso se han decantado por “el aspecto más extendido del acoso”: el que se realiza a través de las redes sociales. “También es el más pernicioso”, advierte, achacándolo a la “naturaleza de una conectividad permanente”. Al estar activa las 24 horas del día, “se hace omnipresente para las víctimas, teniendo efectos mucho más peligrosos en ellos”.
De tal manera, esperan dar herramientas para empoderar a los jóvenes. “Que sean capaces de frenar esta lacra desde su origen”, confía Martínez-Abarca. Porque este tipo de comportamientos ya no se ciñen solo al espacio del colegio. Aunque para él, los centros educativos “tienen un papel fundamental”, en este caso hay que hablar sobre todo de “un problema social”. “Es muy importante la implicación de todos. Familia, colegio y sociedad deben unificar la mirada para que de verdad todas las iniciativas den los frutos que todos deseamos”, alerta.
El propio grupo, “garante” de la convivencia
Sobre la base de implicar a todos para combatir un problema que, en lo que tiene que ver con el acoso en las aulas, afecta a uno de cada tres estudiantes en edad escolar, según la Unesco. En concreto, los colegios CEU implantan un Plan de Convivencia que, a diferencia de los protocolos activos de las diferentes comunidades autónomas, “se desarrolla un par de pasos antes”.
Martínez-Abarca desgrana que este “se centra en la prevención y en la información, o lo que es lo mismo en la detección precoz”. Grosso modo, se previene haciendo que el compromiso individual sea también una garantía colectiva. De tal forma que el propio grupo es el que garantiza la buena convivencia.
Además, se realizan encuestas periódicas “según las necesidades” que permite al CEU actuar y anticiparse a la “cronificación” de los conflictos. En definitiva, evitar un problema de convivencia. Previo a que surja el posible problema, el trabajo diario del área que dirige vela por un “adecuado clima educativo” en todos los centros y niveles educativos.
“Sin embargo, en algunos momentos es necesario realizar acciones significativas con nuestros alumnos”, precisa. Estas se ven, por ejemplo, en la campaña de este año. Aunque cree que deben “repetirse” para crear “una conciencia personal y colectiva” frente a esta lacra.
En concreto con el cuerpo docente, avisa que la visión sobre el acoso debe ser compartida con los alumnos. “La tarea de crear esta visión conjunta y compartida por todos es una de las tareas fundamentales de cualquier equipo directivo, sin ella la parte de la formación no tiene sentido”. Desde el CEU se promueve la sensibilización y la formación a sus profesores para que hagan suya esta lucha.
'#cibervalientes' viral
Con el gancho del Día Internacional contra el Acoso Escolar, que se conmemora cada 2 de mayo, el CEU arrancó esta iniciativa una semana antes. Casi un mes después de comenzada, Martínez-Abarca la califica como “muy positiva”. Porque ha hecho precisamente lo que buscaban: llegar a los perfiles “de lo más jóvenes”, además de los de padres, “una parte fundamental en la educación” de estos. “Y son quienes pueden ayudar a sus hijos a manejarse con respeto y empatía en las redes sociales”, agrega.
Para maximizar el alcance, #cibervalientes contó con el eco que dieron a la campaña más de 80 influencers, periodistas y figuras públicas. Martínez-Abarca enumera algunas como Vicente del Bosque, Paula Echevarría, Toni Nadal, Silvia Jato, Roberto Merhi, Teresa Andrés, Álvaro Zancajo, Amelia Bono, Xuso Jones, Lourdes Montes o Marta Jaumandreu. A la vez, se ha ido trabajando en acciones específicas en los colegios CEU “encaminados a desarrollar un manifiesto colectivo y un compromiso personal”.
Quizá de esta manera más adolescentes se atrevan a dar “un paso adelante”, acción con “cierta tendencia a infravalorar”, lamenta. “Sin embargo, la única vía para poner fin a esta lacra tiene que venir de ellos mismos”. Los jóvenes que sufren o perpetúan el ciberacoso escolar pueden recibir consejos de los adultos, figuras populares como las mencionadas o de autoridad, como padres, tutores o docentes. “Pero estas medidas siempre serán insuficientes mientras no exista una conciencia colectiva en contra del acoso en cualquiera de sus fórmulas”, señala.
De ahí que la palabra que acuña la campaña del CEU sea esa: cibervaliente. “El deseo de querer ser un cibervaliente, como los ejemplos que le proponemos, es el motor para seguir dando pasos en esta dirección”, concluye.