Platos caseros, productos locales, recetas concretas y, sobre todo, rapidez a la hora de conectar a los clientes con lo que han pedido son las claves del funcionamiento de Chefly, plataforma que se presenta como un marketplace de comida casera. Como apunta Paola García, su CEO y cofundadora, "la economía colaborativa también ha llegado a la cocina". Desde el primer momento, la plataforma se presentó como el nexo de unión entre cocineros locales y usuarios que demandan una cocina de calidad y rápida.
El origen de Chefly surgió en Irlanda, cuando García y su pareja comenzaron a subir fotos de los platos que cocinaban para tranquilizar a sus familiares españoles. "Como suele ocurrir siempre que uno se va de su país, hay cierta inquietud por cómo te vas a alimentar; decidimos crear una plataforma en la que todos cocinasen para todos", recuerda García. Es precisamente este el origen de la gastronomía colaborativa, en el que Chefly ha jugado un papel importante. Su principal ventaja es su capacidad para consultar platos y localizar a cocineros cercanos que los cocinen.
"Lo que en un principio fue una simple idea se convirtió en un negocio de verdad; no se trata de cuatro 'frikis' de la cocina sino que es toda una comunidad". En Chefly, cada cocinero decide a la hora de anunciar un plato el importe que desea recibir. Tras cada pedido, la plataforma emite una transferencia bancaria a la cuenta del cocinero, siempre y cuando el servicio se haya completado y no exista ninguna reclamación interpuesta al respecto. La comunicación entre cliente y cocinero debe ser fluida, ya que "cuanto antes contestes mayor visibilidad tienes". En este sentido, Chefly resalta en la plataforma a los cocineros más activos. "Hemos creado una herramienta que ayuda al mundo gastronómico y lo hace más rápido", recalca García, que apuesta por "seguir mejorando el negocio para crecer en este que es nuestro sueño".