2010 fue un año decisivo para el ecosistema innovador de Chile. No porque fuese un año plagado de éxitos, sino porque se sentaron las bases para conseguirlos. El nacimiento de Start-Up Chile, la aceleradora de startups creada por el Gobierno chileno, en tiempos de la socialista Michelle Bachelet, buscaba apoyar a startups de todo el mundo con el fin de que comenzasen sus operaciones en el país. Hoy se ven recogidos los frutos de una apuesta que, como asegura Sebastián Pillado, director de ProChile en España, «fue pionera a nivel mundial».
La institución que Pillado representa –perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores– está en la línea de lo que Start-Up Chile comenzó a construir hace más de una década, ya que promueve la oferta de bienes y servicios chilenos en el mundo con el emprendimiento como principal seña de identidad. «En este tiempo ha habido un cambio generacional y otra actitud hacia la innovación. Chile se está quitando el miedo al fracaso», valora Pillado a este periódico.
ProChile acaba de lanzar ProChile Global X, una nueva plataforma de aceleración de startups y scaleups completamente orientada al mercado europeo. Para la primera generación del proyecto, ha consolidado un porfolio de 39 empresas con innovaciones de base tecnológica y experiencia en los mercados internacionales, el 63% de las cuales ya tiene actividades en Europa. A través de esta herramienta la entidad buscar conectar a Chile con los principales ecosistemas de innovación de Europa y generar de sinergias capaces de dar solución a problemáticas globales.
En esta estrategia, España está jugando un papel decisivo. «El ICEX [entidad pública empresarial española que tiene como misión promover la internacionalización de las empresas españolas para contribuir a su competitividad] ha sido una gran inspiración para nosotros», reconoce Pillado. De hecho, el responsable confiesa ser estar fascinado de la «integración de los corporates en el ecosistema de innovación que se está llevando en España».
También deja clara su admiración por la innovación abierta que muchas empresas españolas llevan a cabo. «La corporación chilena está avanzando en esta línea, pero España es un sector maduro. Tenemos que mirarnos en España y en su capacidad de internacionalizar empresas».
Desde su punto de vista, el nuevo programa ProChile Global X va a suponer una oportunidad para ambos países. «España es el segundo inversionista en Chile después de Estados Unidos y tiene una buena oportunidad para seguir impulsando el ecosistema emprendedor». Por ejemplo, Chile ya ha sido laboratorio de pruebas para escalar a otros países de Latinoamérica. El caso más relevante es el de Cabify que se valió del trampolín chileno para convertirse en uno de los principales ‘unicornios’ mundiales de la movilidad.
Las empresas aceleradas por ProChile ofrecen soluciones de digitalización, automatización y transformación industrial, así como iniciativas transversales orientadas al desarrollo sostenible, basadas principalmente en Inteligencia Artificial , robótica y realidad virtual, además de diferentes propuestas SaaS B2B. Para ProChile, las scaleups se han convertido en una prioridad. «Seguimos trabajando con startups y hay que seguir teniendo apetito por ellas, pero las scaleups nos demandan servicios diferentes y la focalización tiene que ser diferente. Estamos ante la década de las scaleups, y eso para Latinoamérica es un paso muy importante, y por supuesto también para Chile», añade el responsable.