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Chimeneas marinas para abastecer de energía a Los Cabos (México)

Encontradas por un grupo de investigadores de la UNAM
Rosa María Prol, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Rosa María Prol, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Tras 10 años de buscar áreas con las características idóneas, desde Mexicali hasta Tijuana pasando por Ensenada, el grupo de investigación liderado por Rosa María Prol, del Departamento de Recursos Naturales del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM (México), ha encontrado en Los Cabos aguas profundas que poseen un alto potencial geotérmico, capaz de abastecer de energía a esta zona turística.

Se trata de ‘chimeneas’ marinas o salidas importantes de fluidos, la mayor parte dióxido de carbono, que al mezclarse con el agua de mar se acidifica. Los universitarios esperan encontrar temperaturas que podrían hacer funcionar turbinas y determinar la ubicación del yacimiento para hacer un pozo direccional y obtener energía

Es un hallazgo importante porque las áreas donde hay salidas de fluidos hidrotermales en zonas de dispersión oceánica están más al sur, en la cresta oceánica del Pacífico oriental. En Los Cabos no hay una frontera activa de placas tectónicas, por lo que se consideraba una corteza continental sin actividad geotérmica. Sin embargo, esta investigación de la UNAM señala que existe un área con fracturas muy profundas que permiten la circulación del agua de mar a profundidades que alcanzan temperaturas muy altas.

UNA DÉCADA DE TRABAJO

El equipo de Prol estuvo por primera vez en Los Cabos entre 2004 y 2006. “Nos enteramos que había pozos con más de 90 grados –afirma la investigadora-. Cuando fuimos a obtener muestras calculamos que la temperatura del yacimiento era cercana a los 200 grados, lo que sugirió que se podría producir mucha energía”.

Después de casi 10 años de investigación y trabajo, les concedieron dos semanas en el buque Puma para hacer la búsqueda en el mar. “La intención era medir la temperatura del fondo marino y, después de varias gestiones, conseguimos que fuera a 100 metros”, añade. Al cubrir un área mayor, detectaron en la ecosonda y el perfilador (TOPAS) del buque las “chimeneas” marinas.

“Esta fuente marina de energía tendrá recarga de manera permanente, lo que no sucede siempre en el continente, sobre todo en zonas desérticas –ha continuado-. Además, pensamos entregar el resultado final a las autoridades para que sepan que existe este recurso y los beneficios de explotarlo”.

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