En las instalaciones del Vodafone Innovation Hub, en Málaga, varios ingenieros han logrado potenciar aún más si cabe el desarrollo de la microelectrónica asociada a las redes abiertas del centro (dedicado al Open RAN). Son nuevos chips fotónicos de silicio, que permiten mejorar el hardware que impulsará las redes móviles del futuro, aplicado en redes de áreas abiertas de gran capacidad.
Pero ¿por qué son importantes estos chips fotónicos? Principalmente, porque, según la información proporcionada, “tienen el potencial de procesar y entregar grandes cantidades de datos de forma más rápida y segura, sin comprometer la experiencia del cliente ni requerir más mástiles”.
Y es que ahora, con la inteligencia artificial dominado la tecnología actual -con toda la capacidad de proceso que eso conlleva-, estos chips son capaces de satisfacer esa demanda, pues supera a los semiconductores estándar. Es más, “la capacidad de procesamiento de la IA por sí misma se duplica cada tres meses y medio” gracias a estos chips fotónicos.
Cabe destacar que, aunque sean ‘made in’ Málaga, las compañías que han desarrollado estos chips junto con los ingenieros del Vodafone Innovation Hub no son andaluzas. Una es de Valencia, iPronics, y la otra de Reino Unido, Salience Labs, y ambas son dos referentes en el campo de la fotónica internacional.
Funcionamiento de los chips
Teniendo claro que los chips fotónicos de silicio son más rápidos que el equivalente electrónico actual, la explicación sobre su funcionamiento es sencilla: básicamente, utilizan luz en lugar de electricidad -haciéndolos más veloces- para para realizar operaciones matemáticas. “Y el tiempo de cálculo -explican- se mide por el tiempo que se tarda en cruzar el microchip”.
Así, los ingenieros del centro malagueño pueden predecir la velocidad de estos cálculos en base a esa velocidad. “La luz puede viajar siete veces y media alrededor del ecuador en un segundo, o en una billonésima de segundo (un picosegundo) a través de un chipset”. Y citan a Oxford para asegurar que “los chips fotónicos podrían ser 300 veces más rápidos que los electrónicos”.
Por otro lado, la velocidad a la que estos chips fotónicos de silicio hacen cálculos “conducirá a menos retrasos y mucho menos calor generado en la transmisión de datos en comparación con el método actual, que depende de condensadores electrónicos más lentos y susceptibles al calor”.
Los microprocesadores actuales, los electrónicos, han alcanzado su límite de cálculo, aunque servirán “más que adecuadamente” a los dispositivos actuales, por lo menos, durante los próximos 20 años. Eso no quita que Vodafone intente cubrir este mercado para la demanda de los próximos años, adelantan.