¿Qué habría pasado si Andrea Gamarnik, una científica del CONICET que estudia los mecanismos de multiplicación del virus del dengue en el Instituto Leloir, se hubiera “rendido” con sus experimentos? ¿Y qué si hubiera decidido ser profesora de educación física, como también contempló cuando iba a la escuela? Las preguntas, y algunas posibles respuestas, aparecen en el cuento premiado del concurso literario ‘Cientichicas de mi país’, destinado a niñas y niños de 11 a 13 años, y en el que los autores debían entrevistar personalmente a grandes científicas de Argentina y dar a conocer sus contribuciones a través de un relato de ficción basado en hechos reales.
El concurso, según señala la Agencia CyTA-Fundación Leloir, ha sido organizado por el grupo “Amautas Huarmis” (“mujeres sabias” en quichua), un grupo multidisciplinario de científicas que trabajan en la provincia de Santiago del Estero. “El objetivo es visibilizar el rol de las mujeres en la ciencia, deconstruir la imagen establecida en el inconsciente colectivo sobre los científicos, y despertar las vocaciones científicas desde temprana edad”, indica una de sus integrantes, María Guadalupe del Valle Barrionuevo, una biotecnóloga, doctora en bioquímica y becaria postdoctoral del CONICET.
Para Gamarnik, quien recibió en 2016 el Premio internacional L’Oréal-UNESCO ‘Por las Mujeres en la Ciencia’, el concurso es un avance hacia la igualdad de género. “Hay que empezar a reconocer el trabajo de las científicas desde la escuela primaria –continúa-. Enseñarles a las chicas que las mujeres tienen todas las capacidades para hacer lo que se propongan, de que pueden seguir una carrera científica y además sentir pasión por eso”.
En el concurso han participaron decenas de chicos de todo el país. Las ganadoras del primer premio, que se apodaron ‘Las tres mosqueteras’, han sido Daiana Carcagno, Malena Ruggiero y Juliana Vilaró, de la ciudad de Buenos Aires. “Esto nos demuestra las fantásticas científicas que tenemos en nuestro país. Cada uno de los argentinos tiene que reconocerlas. Y el concurso literario nos parece una muy interesante y divertida manera de hacerlo”, señala Daiana.
Además de Gamarnik, en el concurso también han participado (como protagonistas de relatos) otras científicas reconocidas como Bibiana Vilá, Gabriela González, María Luján Ferreira, Dora Barrancos, Diana Maffia, Cecilia Bouzat, Fabiana Drincovich, María Teresa Dova, Mariana Weissmann y Cecilia Canevari.
“Continuaremos trabajando desde Santiago del Estero para lograr que la ciencia sea cada día más igualitaria y que todas las niñas y todos los niños puedan tener nuevos espejos donde reflejarse”, enfatiza Barrionuevo.