Cuando solo tenía cuatro casos detectados de coronavirus, el Gobierno uruguayo declaró la emergencia sanitaria, cerró las escuelas y recomendó a sus cerca de 3,5 de habitantes quedarse en casa (aunque la cuarentena nunca fue obligatoria). Seis meses después, mediante el control de brotes, el uso de la mascarilla y respeto de la distancia social, suma 1.759 contagios y 45 muertos por COVID-19 .
“La clave ha sido empoderar de libertad al ciudadano. Si hoy los registros de la pandemia en nuestro país son aceptables en comparación con el resto del mundo no es por el Gobierno, nosotros solo interpretamos la vocación nacional que era la utilización responsable de su libertad”, ha asegurado el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
“Eso es una oportunidad y un legado que nos queda para el futuro. Gobiernos que no tienen el temor de empoderar al ciudadano, de dar información y ser transparentes. Lo que genera confianza, que al igual que la libertad es otra de las herramientas para poder trabajar sobre la incertidumbre del futuro”, ha añadido este jueves Lacalle Pou durante la 24 Conferencia del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), donde compartió la estrategia implementada por su Gobierno para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria con uno de los resultados más satisfactorios en la región.
Lacalle Pou y el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, coincidieron en la importancia de priorizar la inversión en infraestructura, salud y educación para mitigar los impactos en desigualdad y pobreza, al igual que reactivar el crecimiento económico en América Latina.
La pandemia del COVID-19 dejó claro que la globalización es una realidad que requiere una mayor responsabilidad de todos por las consecuencias que puede generar. Este ha sido uno de los mensajes del mandatario.
El equilibrio entre proteger al ciudadano, mantener las ganancias sociales alcanzadas en las últimas décadas, y apoyar con asistencia social a los más vulnerables, es parte de la estrategia implementada en Uruguay gracias al acceso rápido a financiamiento por parte de organismos multilaterales, por lo que el presidente Lacalle Pou ha hecho un llamado para fortalecerlos en beneficio de toda la región.
“Ahí tenemos un punto en esta integración mundial y regional que es fortalecer a los organismos multilaterales de crédito no solo del punto de vista del capital, de la disponibilidad de recursos, sino también de abarcar más soluciones o agrandar su caja de herramientas para este tipo de situaciones. Está claro que todos vamos a convivir con la incertidumbre”, ha añadido el presidente de Uruguay.
La 24 Conferencia CAF comenzó con las palabras de Michael Shifter y Tomas Shannon, presidente y co-presidente del Díalogo Interamericano, junto con Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo de CAF, quien destacó la importancia de promover la integración intraregional que solo representa el 15 %, frente al 63% de Europa o el 42 % de Asia.
“Tenemos que abordar de manera definitiva el reto de cerrar la brecha de infraestructura digital y de integración regional y para eso requerimos esfuerzo fiscal y cooperación internacional para poder tener fuentes de financiamiento de largo plazo a tasas concesionales que permitan de manera sostenible avanzar en el reto de cerrar la brecha”, ha asegurado Carranza.
“A diferencia de la crisis de 2008, las tasas de interés están cerca de cero, por lo que hay muchos ahorros e inversión a largo plazo disponibles que ayudarían a esta recuperación de la manera sostenible que nos gustaría a todos como la transición verde y la infraestructura en América Latina, entre otros», ha afirmado Joseph E. Stiglitz.
“Este es el momento para impulsar la recapitalización de las instituciones multilaterales porque como parte de la recuperación necesitamos una visión de largo plazo que debería incluir la transición hacia economías más verdes y financiamiento más incluyente para poder tener una recuperación más fuerte de la pandemia”, ha agregado.
La recuperación económica post COVID-19 y el futuro del contrato social en América fue el tema central del primer panel moderado por Luis Felipe López Calva, director regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el que participaron Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana (SEGIB); Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Columbia; Carmen Reinhart, vicepresidenta y economista jefe del Grupo del Banco Mundial; Paula Santilli, directora ejecutiva de PepsiCo Latinoamérica; y Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).