Clap se ha propuesto llevar la realidad virtual (RV) a otro nivel. La startup ha apostado por las tecnologías hápticas que, de manera muy resumida, son aquellas que permiten ‘sentir’ el mundo virtual. Su innovación posibilita usar la mano en entornos virtuales como si se tratase de la realidad gracias a un guante debidamente equipado para simular tacto o fuerza. “Percibimos que para utilizar este tipo de guantes de manera más óptima en RV necesitábamos llevar a cabo una simulación física muy realista de la mano del usuario”, explica a Innovaspain Daniel Lobo, CEO de Clap.
La empresa, que pronto adoptará oficialmente el estatus de spin-off de la Universidad Rey Juan Carlos, forma parte de la VII edición del Programa de Aceleración del Vivero de Empresas de Villaverde, una iniciativa del Ayuntamiento de Madrid. La semana pasada, Clap participó en Science for Industry 2025, el encuentro de la comunidad deep tech celebrado La Nave, el centro de innovación por excelencia del consistorio madrileño.
Daniel Lobo detalla que la clave diferencial de Clap es haber logrado una réplica virtual de la mano del usuario en forma, tamaño y movimientos; también en comportamiento biomecánico. “Somos capaces hasta de simular como se deforma la piel. Incluso sin guantes, aportamos una interacción mucho más intuitiva que la de otras propuestas”. El emprendedor añade que otro elemento disruptivo del proyecto es conseguir que todo esto suceda en tiempo real, fruto de mucho esfuerzo en el ordenador; métodos numéricos y optimizaciones.
Resolver problemas
Quizá por haber surgido en el entorno de la academia, o por vocación investigadora, Lobo admite que han pasado demasiado tiempo “haciendo las cosas al revés”, es decir, “muy pegados a la tecnología, tratando de entender su utilidad”. Es ahora cuando, sin dejar de explorar, han dado con el foco prioritario: la resolución de problemas reales. “Clap puede jugar un papel importante en el área de la rehabilitación. Pronto empezaremos un estudio en pacientes con párkinson y esclerosis múltiple. Les ofreceremos un entorno de realidad virtual donde puedan practicar ejercicios de rehabilitación de manera segura. La digitalización aporta otra ventaja, ya que permite evaluar con mucha precisión los progresos y los errores a lo largo del proceso”.
Que lo que ofrece Clap es aplicable a multitud de casuísticas lo ratifica el contrato que han firmado con la multinacional CAF. “Les ayudamos a anticiparse a determinadas situaciones en las que tienen que trabajar los operarios de mantenimiento, para asegurar que no hay riesgo de lesiones. También simulamos el funcionamiento virtual de un tren antes de que sea fabricado a fin de entrenar operativas o de acometer análisis de calidad sin que sea necesario construir una maqueta real. El ahorro en tiempo y dinero es considerable. De hecho, con CAF vamos a poner en marcha un proyecto que tiene en cuenta el cuerpo completo, no solo la mano”, argumenta Daniel Lobo.
Después de ganar cierta tracción, el plan de Clap es asentarse como empresa, aumentar la cartera de clientes y ganar solidez a largo plazo. “Hasta ahora hemos trabajado con proyectos a medida. El siguiente paso es lanzar un producto más genérico, y por lo tanto más escalable”, concluye Lobo.