"Podemos mejorar la eficacia de las vacunas, sobre todo en ciertos segmentos de población". Son las esperanzadoras palabras del doctor David Sancho, director del laboratorio de Inmunobiología del CNIC sobre MV130, la reciente solución de inmunoterapia intranasal elaborada con bacterias muertas del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. El proyecto previene la mortalidad por el SARS-CoV-2 en animales y aumenta la inmunogenicidad de las vacunas frente al COVID-19.
Las vacunas preparan al sistema inmunitario frente al virus. El efecto protector de estas vacunas se genera gracias a lo que se denomina memoria inmunológica. Hasta hace muy pocos años se creía que la inmunidad específica (adaptativa) era la única que poseía memoria. Es decir, la capacidad de recordar patógenos previos y desencadenar la respuesta para defender el organismo, mientras que la inmunidad innata (no específica para un patógenos concreto) no la tenía.
"Hoy ya sabemos que se puede entrenar la inmunidad innata para conseguir una mejor respuesta frente a infecciones posteriores no relacionadas", explica el Dr. Sancho. Esto supone, por ejemplo, entrenar la inmunidad innata con preparados bacterianos para proteger frente a infecciones virales, como el propio SARS-CoV-2. "Además, dicho entrenamiento perdura en el tiempo", subraya el experto.
El MV130 es un desarrollo producido por la empresa española Inmunotek S.L. que contiene varias bacterias inactivadas y que se ha demostrado efectivo en ensayos clínicos en pacientes adultos y niños con enfermedades respiratorias recurrentes. Los nuevos estudios cofinanciados por el Banco Santander demuestran en modelos animales que esta protección se puede extender a infecciones virales como el SARS-CoV-2 y que, además, refuerza la inmunogenicidad de las vacunas.
El proyecto, en el que también han participado investigadores del IdiPAZ, y el CNB-CSIC, se ha desarrollado en poco más de un año y desde el CNIC lo consideran un avance significativo en la lucha frente a este tipo de coronavirus que todavía está lejos de desaparecer. De hecho el fondo económico puesto en marcha por el Santander comenzó en 2020 para respaldar proyectos e iniciativas que hicieran frente a la pandemia. El resultado, como concluye el Dr. Sancho, tiene aún mucho recorrido. "Proponemos que la potenciación del sistema inmunitario innato con MV130 potencie y module las vacunas específicas frente al COVID-19".