Desarrollar un asistente o coach virtual para personas mayores que, además de facilitarles una mayor independencia en su día a día, también les ayude a mantener hábitos saludables o detectar cambios en su estado emocional. Éste es el objetivo que se han marcado los investigadores del proyecto europeo Horizon 2020 EMPATHIC que lidera la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
El reto principal pasa por mantener a las personas mayores independientes, con una vida saludable, el mayor tiempo posible. Para ello, este coach virtual recordará a las personas mayores las tareas o actividades que pueden realizar, será capaz de detectar cambios en el estado emocional de las personas a través de alteraciones en el tono de voz o en los gestos de la cara y podrá actuar en consecuencia de forma totalmente automática.
María Inés Torres, líder del proyecto, ha explicado que la propuesta consiste en desarrollar “un asistente o coach de salud, totalmente autónomo, que interactúe con las personas mayores, y les ayude a mantener una vida independiente, en los tres pilares principales: la alimentación, la vida social y el ejercicio físico”. De esta forma, tratarán de diseñar “un avatar, que funcione en tablets, televisores, ordenadores, teléfonos móviles, etc., que mediante sensores, micrófonos y cámaras, pueda mantener diálogos con las personas usuarias”.
La idea, ha subrayado Torres, es que estos ancianos tengan “alguien que les habla, que les recuerda cosas, que les propone actividades, etc. Por ejemplo, si esa persona tiene un hijo en Londres, el sistema puede saber si su hijo está conectado a Skype, y le puede proponer establecer una llamada con él”. En cualquier caso, si bien el sistema está pensado para personas mayores de 65 años para que “puedan prolongar su independencia”, no se dirige a ancianos dependientes.
Cambios de conducta y estados de ánimo
Otra de las funciones que tendrá este coach virtual será el de detectar posibles cambios en su estado de ánimo en los usuarios, gracias al análisis de aspectos como el tono de voz, la expresión e incluso en el ojo. En este sentido, Torres ha afirmado que el sistema, “cuando haya percibido estos cambios, responderá de la misma forma que lo haría un coach, y mediante el diálogo, intentar corregir esa situación”. Así, por ejemplo, si se detecta que el usuario no ha salido de su casa en los últimos días, podría sugerirle hacer alguna actividad de su gusto y facilitarle el contacto con alguna amistad para ello.
En el desarrollo de este sistema trabajan actualmente profesionales de muy diversos ámbitos que van desde la medicina a la psicología, pasando por ingenieros y tecnólogos. Asimismo, también están implicados varios grupos de usuarios finales con los que se testear y validar los avances que se vayan produciendo. Un proceso en el que la mayor dificultad, ha concluido Torres, es “traducir los objetivos de salud a modelos matemáticos para que la tecnología funcione”, es decir, desarrollar las tecnologías y los sistemas necesarios para responder a todas las funciones que deberá tener este asistente o coach virtual.