En mayo de 2015, Jorge Palao, ingeniero industrial, decidió abandonar su trabajo en una multinacional eólica para emprender en una idea que él mismo observó durante sus años de trabajo. "No existía ninguna solución que sustituyese a la comida casera de los tuppers. Así que decidí crear CocopíFood", explica. Se trata de un marketplace que resuelve la alimentación del día a día entre particulares. Su funcionamiento está estrechamente ligado al emprendimiento social, ya que proporciona una herramienta para que personas que no tienen acceso al mercado laboral puedan ganarse la vida.
Así, por ejemplo, amas de casa ofertan desde su propio hogar la comida a la que posteriormente tienen acceso los trabajadores a través del servicio de Delivery. "La falta de tiempo aboca a la sociedad a alimentarse peor. Al mismo tiempo, no tenemos acceso a comida 100% casera", se queja Palao. La plataforma presenta dos ventajas: para los comensales, "comida casera y recién hecha a precios competitivos", y para los cocineros, "ingresos y reconocimiento personal a través de los votos y valoraciones de los comensales".
Por otro lado, la crisis motivó a la startup a especializarse en el terreno de la innovación social. "El sistema ha dejado de lado a personas con edades más tardías, bien en situaciones de desempleo o con contratos deplorables". Por ello, CocopíFood focalizó sus esfuerzos en incurrir de forma positiva sobre grupos sociales con dificultades e irrumpió en 2016 en Granada con su proyecto piloto, ofreciendo a la Asociación de mujeres maltratadas Actívate la oportunidad de convertirse en las primeras cocineras del marketplace. Durante 83 días de servicio, se vendieron más de 1.400 raciones y se demostró una mejora significativa en las cocineras del proyecto. Tras la tracción obtenida, CocopíFood realizó una ronda de inversión con el objetivo de trasladarse a Madrid y seguir validando el proyecto. Hoy, un año más tarde de poner en marcha el modelo en Getafe, ya se venden más de 100 raciones diarias.
En busca de nuevas oportunidades
La startup acaba de iniciar su segunda ronda de financiación junto a Fellow Funders, profesionales del sector. “Tras este pasado año de aprendizaje, ya conocemos nuestro encaje en el mercado, sabemos replicar nuestro modelo y estamos listos para crecer”, apunta Palao. El objetivo fundamental de esta ronda será incrementar el volumen de negocio a través de la apertura de nuevos proyectos con el fin de consolidar su modelo en Madrid y expandirse a nuevas comunidades autónomas. Para lograrlo, recurrirán al crowdfunding, una campaña de equity con la que lograr la atención de multitud de microinversores. “Necesitamos invertir en marketing, ya que todo lo que hemos logrado ha sido sin invertir en ello, además es igual de importante automatizar procesos e incorporar a equipo”, adelanta Palao.