Un equipo de investigadores de la empresa de Vitoria BTI, Biotechnology Institute, ha desarrollado un colirio elaborado a raíz de la sangre del propio paciente capaz de tratar patologías en la superficie ocular como el síndrome del 'ojo seco', las úlceras o algunas quemaduras. El colirio, que ya está en el mercado, se prepara en la propia consulta gracias a una mínima cantidad de sangre extraída al paciente.
En total, este producto se puede conservar hasta tres meses en el congelador de casa en unos pequeños viales, cada uno de los cuales dura dos o tres días. Para su elaboración BTI ha empleado la tecnología PRGF, para obtener plasma rico en factores de crecimiento completamente autólogo, es decir, del propio paciente.
Para elaborar el colirio, se extraen 70 centímetros cúbicos de sangre al paciente (casi la décima parte de lo que aporta cada donante en una extracción), a continuación se centrifuga y, por último, se separan sus componentes. Gorka Orive, uno de los responsables del proyecto, ha asegurado que "hemos visto, por ejemplo, que los glóbulos rojos y blancos no aportan nada importante a la reparación de tejidos". Por eso, ha concluido, "con lo que nos quedamos es con el plasma rico en plaquetas". De esta forma se consigue una ayuda adicional para reparar el tejido dañado allí donde las plaquetas no pueden desempeñar su papel fisiológico.
Finalmente, los investigadores de BTI han afirmado que, dependiendo del origen de la patología, la curación que se obtiene gracias a este colirio puede llegar a ser definitiva en algunos casos. De esta forma, si la lesión ocular es aislada, se puede curar, mientras que si, por ejemplo, un paciente tiene ojo seco severo porque tiene artritis reumatoide, posiblemente tenga que repetir el tratamiento a lo largo de su vida.
El colirio ya está en el mercado y, según han informado los investigadores, se han iniciado conversaciones con el sistema público de salud para introducirlo en algunas comunidades.