La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) lleva años apostando por la investigación de nuevos combustibles sostenibles para la descarbonización de sus vuelos. De hecho, para apoyar a sus 193 estados miembros con el desarrollo de sus planes de acción estatales, la organización ha desarrollado una serie de documentos de orientación y herramientas de cuantificación.
Con esta necesidad de descarbonizar el sector, Cepsa y Air Nostrum, como otras compañías e instituciones, han firmado un acuerdo por el cual impulsarán la descarbonización del transporte aéreo investigando nuevos combustibles sostenibles para la aviación.
La idea es que con estos combustibles se reduzca la emisión de CO2 “hasta en un 80%”, aseguran, respecto al queroseno convencional. Para ello, lo producirán a partir de materias primas circulares, con varias condiciones, como que que no compitan con la alimentación, como aceites usados de cocina, desechos animales de uso no alimentario o restos biodegradables procedentes de distintas industrias.
Asimismo, por otro lado también se contempla el desarrollo de nuevas alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable y la electrificación, para las flotas, esta vez terrestres, de Air Nostrum
El papel de Cepsa
Cepsa ya lleva tiempo apostando por los combustibles sostenibles para vuelos. Es más: ya ha trabajado con otras aerolíneas, en línea con la iniciativa legislativa europea ‘RefuelEU Aviation’ de descarbonización, incluida en las medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que pretende impulsar la oferta y demanda de combustibles sostenibles para la aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso del 2% en 2025, el 5% en 2030 y el 63% en 2050.
Y adelantan: se está trabajando en un ambicioso plan, que se presentará el 30 de marzo, para “dar un giro verde a todos sus negocios y convertirse en un referente de la transición energética en su sector”.
Así, Carlos Barrasa, director de Commercial & Clean Energies de Cepsa, ha destacado en la firma del acuerdo, celebrada en Valencia, que con este acuerdo “trabajamos al mismo tiempo por el futuro del planeta y por el presente de nuestros clientes. Nuestro objetivo es acompañarlos en sus procesos de descarbonización y juntos avanzar más rápido en la apuesta por la sostenibilidad”.
El papel de Air Nostrum
Por su parte, Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum, ha subrayado en el mismo evento que en su compañía están haciendo, desde hace ya muchos años, todo lo que está en su mano para reducir la huella de carbono.
“Por eso, no es casualidad que Air Nostrum fuese la primera aerolínea española en obtener la exigente certificación medioambiental ISO14001 -ha asegurado-. Desde entonces, hemos avanzado mucho en este campo aplicando procesos y tecnologías encaminadas a conseguir este reto, y vamos a seguir investigando y apoyando a aquellos proyectos que nos permitan trabajar en favor del medio ambiente”.
El acuerdo que han presentado para la descarbonización de vuelos, ha explicado, “es un buen ejemplo de compromiso firme y a largo plazo con la sostenibilidad y está en línea con los esfuerzos que han permitido a la aviación comercial reducir en un 80% sus emisiones de CO2 por asiento/kilómetro en los últimos 50 años. La descarbonización del sector necesariamente comienza por el SAF ya que su utilización como combustible sostenible no exige la adaptación de los motores de los aviones”.
La compañía, al igual que Cepsa, trabaja en la reducción de emisiones mediante proyectos de eficiencia en vuelos "usando SAF, mejorando las políticas de reducción de combustible y aligerando peso a bordo de la mano de la digitalización".
En paralelo, desarrolla proyectos de economía circular y de gestión de residuos como la reducción de plásticos de un solo uso o la segregación a bordo y en tierra, proyectos de eficiencia energética en instalaciones y electrificación de la flota terrestre.